Por Fernando Belottini
Podríamos reducir la anécdota de la puesta a una familia formada por una abuela, cinco nietas y un nieto, que oficia de presentador, amenazados en su negocio de venta de lágrimas por la presencia de un inspector municipal, identificado entre el público genuino. Ese y otros dos personajes cumplen el doble rol de actores pasivos y espectadores.
Como es de esperar, la anécdota funciona como excusa para hablarnos del sentido del teatro como vehículo de emociones, territorio de la comicidad y del drama, porque ya sabemos que, si de lágrimas se trata, ellas pueden provenir tanto de la alegría como del dolor.
En una escenografía y vestuarios donde apelando a lo sensible predomina el color rosa, con mayoría de jóvenes actrices y actores, que por momentos conmueven o divierten, la familia Cry (Llorar) nos cuenta mediante el absurdo y el grotesco de sus desventuras y de la necesidad de financiar con su extraño negocio el cuidado de la salud de una de sus integrantes.
Es decir, que en el desarrollo la obra refuerza la metáfora del teatro no solo como un comercio de emociones, sino también como cierta actividad puesta en el lugar de la extrañeza, lejos de las convenciones, señalado a veces por una sociedad y un sistema no preparados para valorarlo. Hay en este punto, además de una apuesta a ciertos valores y la defensa de la actividad teatral, una postal del destino de nuestros pueblos en Latinoamérica en cuanto a las estrategias de las mayorías frente a los padecimientos socioeconómicos perpetrados por el capitalismo dependiente. Hay también quizás una mirada de niño abandonado.
La selección, uso y disposición de objetos, que van desde una especie de arcón hecho con tapas y sentaderas de inodoros (y que curiosamente guarda dinero), hasta baldes de distintos tamaños, rondanas, frasquitos, muñecos, vegetales raros, forman un continuo coherente con los juegos de la puesta.
Gran oportunidad esta visita e intercambio de un país del continente, como otras que tuvimos en Pueblo, para enriquecer el acervo local al traernos miradas arquetípicas de la situación de nuestros pueblos y recursos expresivos de los que aprendemos y disfrutamos.
Concordia, 7 de octubre de 2025.
FICHA TÉCNICA
Autor: Salomón Reyes
Dirección: Henry Sánchez García
Elenco: Sebastián Arévalo, Michelle Montes, Tatiana García, Orlando García, Laura
Isabel Castillo, Julián Torres, Julián Betancourt.