«Hoy no tienen nada»: trabajadores del turismo, peor que en la pandemia

Las estadísticas las sacan de la cobertura que hacen desde la obra social del sindicato, que le da cobertura mientras cobran el Fondo de Desempleo de Anses. Un pequeño porcentaje va a la obra social Osuthgra. “Hoy tenemos más trabajadores cobrando Fondo de Desempleo que en la pandemia”, dijo.

En toda la costa del río Uruguay, en octubre pasado, había 94 trabajadores cobrando el Fondo de Desempleo. Y en épocas de pandemia, Roh indicó que había 70 empleados en condición cesante. “Hay que pensar que detrás de cada trabajador hay una familia, esposa, hijos. Se hace un poco más grande el número”, dijo.

En aquel entonces existía el Programa de Recuperación Productiva (REPRO), que consiste en el otorgamiento, por un plazo de hasta doce meses, de una ayuda económica mensual, individual y fija a los trabajadores incluidos por las empresas beneficiarias. El monto de ayuda del REPRO era de hasta un monto equivalente al salario mínimo, vital y móvil, equivalente a una suma de $328.000 mensuales a noviembre de este año. Pero en la actualidad, una vez que se termina el Fondo de Desempleo, «no tienen nada»,

Hotel Ayuí

Un ejemplo paradigmático es el del Hotel Ayuí. Sus 15 ex empleados no cobran el Fondo de Desempleo, sino que la cifra de desocupados se iría a los 110 aproximadamente. Roh sostuvo que el sindicato actuó en conjunto con los trabajadores hasta el momento en que recibieron la noticia de que el hotel se iba a recuperar. Incluso, sostuvo que les habían propuesto pedirles que les permitiesen el ingreso a algunos de ellos para ejercer tareas como vigilancia, pero no hubo respuesta.

Alfredo Bogado, un empleado del Hotel desde el año 2000, la semana pasada recordó a DIARIOJUNIO que el 10 de mayo pasado, cuando se anunció la recuperación del Ayuí, el ministro de Gobierno, Manuel Troncoso, y el secretario General de la Gobernación, Mauricio Colello, les tomaron los datos, los teléfonos, pero después no tuvieron más noticias. “No nos convocaron para nada”, indicó. “Se sacaron fotos con nosotros, foto con el intendente”. “Nos prometieron que nos iban a dar trabajo. Nos dijeron que nos iban a llamar para hacer la limpieza. Pero es mentira.  Nunca nos llamaron”, expresó.

“Los trabajadores siguen sin trabajar. El hotel sigue cerrado y no muestra signos de recuperación. Simplemente creo que se le hicieron unos trabajos de limpieza, se le preparó el alumbrado y la noticia era que la Provincia iba a sacar a licitación ese hotel”, sostuvo Roh este lunes.

“El compromiso que había asumido el gobernador y gente de su gabinete era que, cuando ese hotel funcionara, los trabajadores iban a tener un puesto dentro del hotel. Iban a tener la posibilidad de recuperar su trabajo”, añadió.

“Hasta el día de hoy no pasó. Esto se estira y no ha salido ni siquiera un llamado a licitación del hotel. Los trabajadores, entiendo yo, ya no están bajo el amparo del sindicato. Han buscado asesoramiento legal por otro lado y están actuando legalmente en pos de que se les respeten sus derechos. No cobraron un solo peso de indemnización”, dijo Roh. A su vez, admitió que la vía judicial no es la más rápida, pero están encaminados en esa dirección.

«La empresa que tenía el hotel se declaró en quiebra y abandonó el hotel. Un día no fueron más y nadie más se hizo cargo de eso. Los trabajadores entienden que hay responsabilidad solidaria de la Provincia y de CTM (Comisión Técnica Mixta) en cuanto a su trabajo”, remarcó el gremialista.

Roh sostuvo que ninguno de los 15 empleados de Ayuí pudo acceder a un trabajo fijo. “Están de changa en changa”, manifestó. Y eso se debe a que la hotelería y la gastronomía no están pasando un buen momento en la actualidad. “Nadie está buscando trabajadores en este rubro. Se hace muy difícil”.

Justamente, Bogado se manifestó dolido ya que no hubo interés de parte de la provincia para ayudarlos en las gestiones para obtener un fondo de desempleo. “Hay que dialogar con los empleados. ‘Bueno momentáneamente les vamos a firmar un papel para que ustedes puedan cobrar un fondo de desempleo. Para que ustedes y sus hijos puedan comer’. Nada, no les importa, nunca les importó sino hubieran dialogado con nosotros. No nos llamaron ni siquiera para darnos una ayuda social: aunque sea un poco de comida”, dijo.

De a poco, los trabajadores fueron consiguiendo alguna que otra changa para salir adelante. “Hay compañeros que están trabajando. Pero en todos estos meses ¿quién nos ayudó? ¿Saben lo mal que la pasamos? Y ahora que vienen las Fiestas no tenés un mango”, dijo. Bogado saca cuentas y sostuvo que, como mínimo, se necesitan $ 20.000 por día para  alimentar una familia de cuatro personas”. “Mínimo hay que tener $ 800.000 para vivir como vivíamos nosotros, personas que trabajamos”.

El verano, una incógnita

El sindicalista sostuvo que están esperando que la situación se revierta cuando empiece la temporada de verano. Pero son conscientes de que la economía sigue igual. No ha mejorado. Muchos van a seguir eligiendo irse a Brasil o a Uruguay. “Veremos qué pasa”, dijo.

Leandro Lapiduz, propietario de varios emprendimientos gastronómicos y coordinador de Fehgra (Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina), dijo que eran optimistas respecto del inicio de la temporada. No obstante, admitió que, por las cuestiones cambiarias, eran conscientes de que hay posibilidades de que mucha gente elija irse al sur de Brasil o a Uruguay. “Estamos con un dólar relativamente barato para salir afuera para un sector de la población”, dijo. En cambio, hay otro sector de la población al que la recesión los afecta sobremanera y no pueden vacacionar.

Más adelante, Lapiduz dijo que Concordia se ve muy afectada por el tema cambiario. “El dólar no nos favorece a nosotros para la llegada de turistas extranjeros. Estamos caros para los turistas y caros para nosotros. Eso hace un combo bastante complejo”, estimó. Lapiduz sostuvo que creía que uruguayos no van a venir con el tipo de cambio actual. “No es favorable para ellos”, indicó.

La preocupación respecto de la temporada abarca el interrogante de qué sucederá más adelante. Roh admitió que muchos hoteleros están esperando el verano. “Pero si no pasa nada, cuando llegue marzo, ahí va a ser el tema. Muchos van a tomar una decisión si siguen o no siguen”, dijo. Roh dijo que hay establecimientos en venta en Colón, en Federación y en Concordia. Los empresarios locales son los que más pelean la situación, ya que viene de familia y es parte de su vida. Pero los inversionistas piensan de otra manera. “Hay gente que ha invertido en un apart-hotel, en un complejo de bungalows o de cabañas que, si no está funcionando, le pone el cartel de venta para recuperar su inversión e invertir en otra cosa”.

En esa línea, Lapiduz agregó que, mientras Concordia no se convierta en un destino consolidado turísticamente, los privados no van a ver una apuesta comercial importante en los hoteles. “Ante el gran peso que significa tener colaboradores en Argentina, con lo que cuestan las cargas sociales y los altos costos impositivos para tener cualquier emprendimiento privado, mucha gente elige desprenderse de los negocios que generan grandes estructuras con mucho capital de empleados. Ve la posibilidad de irse del negocio y lo trata de hacer”, indicó.

“Si Concordia apunta a ser un producto turístico real, no tiene más de 3.000 camas, lo cual es nada. Esa es una burla para una ciudad que se denomina turística. Cuatro casamientos grandes para una ciudad de 200.000 habitantes significa que ya no tenés más hotelería”, manifestó.