No era para menos, la emotiva noche también marcó la despedida de Ángel Di María de la Selección, a la que se sumó la conmoción por la lesión de Lionel Messi, quien salió llorando del campo de juego, perdiéndose por primera vez disputar una final dentro del campo de juego.
Con este triunfo, Argentina sumó su Copa América número 16, superando a Uruguay (15 títulos) y reafirmando su dominio en el fútbol sudamericano.
La celebración en Concordia fue un nuevo reflejo del fervor y la pasión con la que los hinchas argentinos viven la pasión del fútbol y cada logro de su selección nacional.