El aumento de la carne vacuna ya se nota en las pizarras de las carnicerías de la ciudad y tiene un fuerte impacto en los bolsillos de los consumidores. Según explicaron comerciantes del sector minorista, los cortes -dependiendo si se trata de vaca, novillo o ternera- subieron entre un 10 y 40 por ciento, lo que significa entre 200 y 400 pesos más por kilo. Los consultados coincidieron en que la clientela ya no compra carne en relación al peso sino por la plata con la que cuenta. “Antes te pedían un kilo de pulpa, ahora te piden 800 pesos, 1000 pesos, que no llega al kilo”.
La carne de vaca aumentó un 10 por ciento, mientras que la de novillo lo hizo en un 30 por ciento y la ternera entre un 35 y 40 por ciento. Lo que en pizarra se traduce en que los cortes de carne vacuna aumentaron entre 200 y 400 pesos por kilo.
Según explicaron los carniceros consultados, los cortes que se venden son siempre los mismos, los tradicionales, aunque hay una prevalencia creciente por el puchero.
La diferencia más notoria en el cambio de hábitos de los consumidores es que antes compraban por peso (un kilo, kilo y medio, dos kilos, etc.,) y ahora se manejan con la plata que disponen.
En el caso del tipo de carne más apreciada, la de ternera, un kilo de asado ronda los 2000 pesos, la picada 1000 pesos, chuletas 1500, y el lomo 2100 pesos.
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