“Es una decisión que puede tomarse porque en esta gestión se administra con responsabilidad y eficiencia. Las cuentas están en orden y tenemos un municipio sólido desde el punto de vista financiero y operativo”, destacó también.
“Por un lado, esto se hace para facilitar la transición con el nuevo gobierno y que tengan una cuestión menos que atender ni bien comiencen. Y, por otro lado, para que las familias municipales puedan contar con esos recursos en los primeros días del mes”, argumentó el funcionario.
“Cuando Cresto asumió su primera gestión tuvo que resolver lo del pago de aguinaldos y sueldos junto con la emergencia derivada de la creciente histórica del río Uruguay del 2015 y las primeras medidas de ajuste que en ese entonces anunciaba Mauricio Macri”, recordó Álvarez. “Sin dudas, era un contexto muy difícil y aún así se pudo salir adelante”, añadió.
“Para el intendente Francisco Azcué el panorama será muy diferente. Cuando inicie su mandato el aguinaldo ya estará saldado; tendrá asegurado el pago de sueldos; hay un operativo integral en marcha para mitigar los efectos de esta nueva creciente (que hoy es mucho menor en cuanto al impacto social en familias desplazadas y barrios afectados), y contará con el respaldo de un Fondo Anticíclico para enfrentar situaciones de emergencia o escenarios económicos adversos sin comprometer las arcas municipales”, explicó Álvarez.
“Vamos a entregar un municipio ordenado, desendeudado y en equilibrio. Con una planta de personal que desde hace 8 años se mantiene en aproximadamente 2.000 trabajadores. Con ingresos por concurso que priorizan la calidad del empleo público. Con obras en marcha y políticas públicas que motorizan la transformación de Concordia”, remarcó.
“En esta transición, tanto el intendente Cresto como Azcué están poniendo a Concordia por encima de cualquier otro interés, consolidando la gobernabilidad, la institucionalidad y las buenas prácticas en la administración del gobierno local”, concluyó el titular de la cartera de Gobierno y Hacienda.