La confirmación llegó pasadas las 16:00, cuando efectivos policiales que recorrían la zona rural dieron aviso del hallazgo del cuerpo que fue encontrado cerca del arroyo Yeruá, en una zona de difícil acceso, y presentaría un avanzado estado de descomposición, lo que complica las tareas de identificación. Hasta el lugar se dirigieron rápidamente el fiscal interviniente, funcionarios judiciales, peritos de Criminalística y altos mandos de la Policía de Entre Ríos. Incluso el ministro de Seguridad provincial, Néstor Roncaglia, se hizo presente para coordinar las tareas de preservación y peritaje. Aun no se pudo establecer la identidad del cuerpo, aunque todas las sospechas apuntan a que podría tratarse del chofer desaparecido.
El camino de tierra donde se concentró el rastrillaje —un camino de ripio, vía alternativa a la Ruta Nacional 18 que la localidad de Yeruá, del municipio de Estancia Grande, con el municipio de General Campos, en el departamento San Salvador— había sido marcado como punto clave por los investigadores de la Jefatura Departamental San Salvador, ya que en la zona se registraron movimientos del Toyota Corolla blanco con techo negro que conducía Palacios. Ese vehículo, según confirmaron medios cordobeses, fue hallado incendiado días después en la provincia mediterránea.
La búsqueda de Palacios se había intensificado durante el fin de semana, luego de que la Policía de Entre Ríos confirmara que el ciudadano uruguayo Pablo Rodríguez Laurta, quien había contratado al chofer para partir desde la terminal de Concordia, fue detenido en Gualeguaychú junto a su hijo de cinco años. Laurta está acusado de un doble femicidio cometido en Córdoba: las víctimas fueron su madre y su expareja, halladas sin vida el jueves pasado en una vivienda de la capital provincial.
Las cámaras de seguridad de la terminal de Concordia registraron el momento en que Laurta se sube al Toyota conducido por Palacios. Desde ese instante, nada más se supo del chofer. Horas después, su billetera fue encontrada en la habitación donde el acusado se alojó en Córdoba, un dato que reforzó la hipótesis de que el hombre pudo haber sido víctima de un hecho violento en el trayecto.
Mientras tanto, fuentes policiales confirmaron que los peritajes forenses serán determinantes para establecer si efectivamente se trata de Palacios y, en ese caso, las circunstancias de su muerte.
El caso se ha transformado en uno de los episodios policiales de mayor repercusión de los últimos años en Entre Ríos, no solo por su complejidad sino también por el impacto humano de la historia: un chofer oriundo de Córdoba pero residente en Buenos Aires que fue contratado para realizar el viaje desde Concordia a la provincia mediterránea y que desaparece en pleno servicio, un pasajero acusado de un doble femicidio, y una investigación que cruza fronteras provinciales en busca de respuestas.