“¿Quién es Amelong? Juan Daniel Amelong fue uno de los principales actores del terrorismo de Estado en la Zona 2, Comando del II Cuerpo de Ejército, y su participación se encuentra probada por decenas de víctimas”, indicaron.
El genocida «acumula cinco condenas por delitos de lesa humanidad cometidos en el circuito represivo que funcionó en Rosario durante la última dictadura. Tiene tres cadenas perpetuas, una sentencia por 10 años y una quinta por la sustracción de los mellizos Valenzuela Negro. Además, se encuentra procesado por el secuestro de los militantes peronistas Miguel Membrive y Gustavo Rave. En total, fue hallado culpable de 38 asesinatos, 20 desapariciones forzadas, privación ilegal de la libertad contra 59 víctimas y torturas contra otras 72», según Pagina 12.
“Desde su lugar funcional como Jefe de la Sección de Operaciones Especiales de Inteligencia del Destacamento de Inteligencia 121 (Rosario) se comandaban los operativos de secuestros, privaciones ilegítimas de la libertad, tormentos, sustracción y supresión de identidad de menores y desapariciones forzadas”, explicaron.
“Expresamos nuestra preocupación y estado de alerta ante la posibilidad de que el genocida Amelong vuelva a caminar entre nosotros. A lo largo de todos los juicios donde fue acusado y finalmente condenado, nunca mostró arrepentimiento, ni dio información sobre el destino de los niños y niñas apropiadas, ni del destino final de los desaparecidos”, manifestaron.
“Siempre se burló de los juicios y se auto declaró ‘preso político’ del poder judicial y de la democracia. En estos tiempos de negacionismo y de violencia política desplegada desde el gobierno nacional, no es casualidad la injerencia y la presión que se ejerce sobre el Poder Judicial”, advirtieron.
“No nos olvidamos que la vicepresidenta Victoria Villarruel lo visitó en la cárcel y lo mencionó como un perseguido en el último debate electoral cuando era candidata. Es una obligación de nuestro ordenamiento jurídico nacional e internacional el cumplimiento real y efectivo de las penas impuestas a condenados por crímenes de lesa humanidad. ¡No a la libertad condicional de Amelong!”, sostuvieron.
“El único lugar para un genocida es la cárcel común y efectiva. No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos”, indicaron por último.
«Desde Abuelas manifestamos nuestra preocupación y rechazo», dice un comunicado de la organización. Desde Abuelas recordaron que «durante el terrorismo de Estado, Amelong revistió el cargo teniente coronel del Ejército y formó parte de los grupos de tareas que dependían del Destacamento 121 de Inteligencia de Rosario».