El procedimiento fue posible a partir de una denuncia presentada por la Agencia Regional Central de la UIF, con sede en Rosario, y tramitada ante la Fiscalía Federal de San Lorenzo. La investigación permitió activar un control sobre un buque cerealero proveniente de Emiratos Árabes Unidos, con destino final en Europa y escala prevista en Montevideo.
Durante la inspección se hallaron paquetes sospechosos en una cámara frigorífica y en los vestidores del barco, que resultaron contener cocaína de alta pureza. Se estimó que el valor del cargamento en el mercado local asciende a 6 millones de dólares, y que su precio podría superar los 20 millones en territorio europeo.
Según los registros oficiales, el total de cocaína incautada en lo que va del año supera los 3.600 kilos.
Del operativo participaron autoridades del Ministerio de Seguridad de la Nación, de la UIF, de la Fiscalía Federal de San Lorenzo, de la Dirección General de Aduanas y de la Prefectura Naval Argentina.
Y LA PATO BULLRRICH
El capitán se contactó con la empresa armadora, la que manejaba el barco, y luego ésta con un abogado relacionado con la Unidad de Información Financiera (UIF), y después el letrado llamó al fiscal Claudio Kishimoto. Se puso así en marcha el operativo que estableció que se trataban de 482 kilos de cocaína en 16 bultos distintos. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se lanzó a hacer su show habitual adjudicándose algún mérito y hasta se subió a una lancha para ir al buque a sacarse unas fotos. Las autoridades judiciales le advirtieron que eso era vulnerar las normas para preservar la escena y entonces se fue a dar una vuelta en la lancha alrededor del Ceci. Bullrich no explicó cómo es que entró semejante cantidad de cocaína a la Argentina, presumiblemente de Bolivia o Perú, tal vez vía Paraguay.
La ministra viajó a Santa Fé y pretendió capitalizar el hallazgo, en el que las fuerzas de seguridad no tuvieron mérito alguno: quien descubrió el cargamento fue el capitán. Pero además, en cualquier caso, Bullrich debería haber explicado cómo es que entró la droga a la Argentina, pasando las fronteras que custodian las fuerzas de seguridad que ella conduce. No son pocos los que consideran que se ha debilitado el control fronterizo porque buena parte de los gendarmes están en Buenos Aires pegándole a los jubilados cada miércoles.