En un comunicado reciente, FEMER respaldó las declaraciones de COMRA y resaltó: “Manifestamos nuestra preocupación por el progresivo y permanente deterioro del sistema de salud argentino, y también nuestra oposición a visualizar a la salud como un bien de mercado, cuando en la mayoría de los países desarrollados del mundo se la valora como un bien social”. señalaron.

Desde COMRA se remarcó que la lucha de los médicos residentes del Hospital Garrahan representa un hecho de gran trascendencia social y política. A través del documento titulado “El grito del Garrahan”, la entidad médica nacional describió la situación como un llamado de alerta sobre el futuro de una de las instituciones sanitarias más reconocidas del país.

El posicionamiento resalta tres factores claves que hacen de este conflicto un hecho singular: el nivel de deterioro del salario médico, el prestigio del hospital donde se origina el reclamo y el manejo del conflicto por parte del Ministerio de Salud de la Nación.

También se advierte que el sistema público de salud enfrenta un contexto de creciente demanda, en un escenario donde muchos trabajadores han perdido su cobertura médica privada y donde se profundiza la migración de profesionales de la salud al exterior en busca de mejores condiciones laborales.

“Desde el poder Ejecutivo Nacional y desde el Congreso de la Nación comenzaron a ocuparse del tema, y la sociedad muestra su preocupación como nunca antes”, destaca el documento de COMRA, que también cuestiona la falta de diálogo institucional con los profesionales del sector.

En ese sentido, FEMER hizo hincapié en la necesidad de encontrar soluciones a través del consenso y de una mesa de trabajo que incluya a todos los actores del sistema. “Esperamos tener la posibilidad de expresar nuestras ideas en una mesa de diálogo, basadas todas ellas en nuestra formación técnica, científica, ética y humanística, centradas en el bienestar del paciente y en la mejor condición sanitaria de su comunidad”, concluye el pronunciamiento.

La entidad entrerriana reafirma así su adhesión a los reclamos por mejores condiciones laborales y mayor inversión en el sistema público de salud, en el marco de un conflicto que visibiliza la situación estructural del sector sanitario argentino.