Los 100 años del «Concordia Tenis»: el club que se mantuvo fiel a un sólo deporte

Los comienzos

El ex concejal Esteban Benítez indicó que su abuelo fue uno de los socios fundadores de la institución deportiva. «En esa época estaba el club Victoria Park y no era de libre acceso», dijo. Entonces su abuelo y otras personas decidieron comenzar a despuntar la pasión en otro club que nació en la década del 20. Cuando falleció, en la década del 60, comenzó a jugarse la copa Cándido Benítez en honor a su abuelo.

Benítez remarcó que pasaron por el club muchas familias de la ciudad. Entre ellas, los Benítez. Esteban es hermano de Maximiliano Benítez, Defensor General de la Provincia de Pobres y Menores. «Nos criamos en el club de tenis. Imaginate que no se cuando comencé a jugar», remarcó ya que recuerda su presencia en el club desde su niñez más temprana.

El ex edil remarcó que salieron muchos jugadores que participaron de torneos nacionales e internacionales. De hecho, en el Concordia se disputaba la Copa Mc Farlane, una especie de Copa Davis pero que se jugaba entre clubes de Concordia (Concordia, Victoria Park) y Salto (Remeros). Además de lo deportivo, el certamen servía para estrechar lazos entre ambas ciudades.

El ex concejal le tocó presidir el club en una época difícil: los 90. Además de la situación social y económica adversa, los clubes de tenis sufrieron la diáspora de los jugadores que se volcaban masivamente a un deporte novedoso: el paddle. Benítez remarcó que en un momento dado, solo tenían una veintena de personas asociadas. En ese momento, la persona que sostuvo el club fue un ex jugador: el abogado Sergio «Bocha» Gómez. «Había que poner plata para pagar los sueldos», dijo. Además, Benítez decidió comenzar a intentar obtener otros ingresos mediante la concesión de la sede, por ejemplo.

La expulsión del prefecto

Gómez había tomado cierto protagonismo tiempo atrás, en la década del 80, cuando como presidente tomó la decisión de expulsar del club a un prefecto que iba a jugar pero nadie sabía bien quien era. Gómez era hermano de Ileana Esther Gómez Ríos, nacida en Concordia el 12 de agosto de 1949. Además de tenista como toda la familia era nadadora e incluso llegó a ganar la maratón del Río Uruguay, organizada por el Club Regatas Concordia (http://www.desaparecidos.org/arg/victimas/g/gomezie/index.html. Fue a estudiar a La Plata donde cursó Arquitectura y el Profesorado de Historia en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. «Para entonces ya militaba en pos de sus ideales de justicia social». Tras mudarse a Santa Fe, fue acribillada en un operativo montado en torno a su vivienda por la Policía y el Ejército.

«El ‘Bocha’ empezó a recabar quien era ese prefecto. Ahí ya no le dio lo mismo jugar al tenis con él», recordó Benítez. El prefecto que iba a jugar al tenis era Héctor Febrés, alias “Selva”, “Orlando”, “Gordo Daniel”, un tenebroso represor con pasado en la Esma. En agosto de 1988 siendo Prefecto Jefe de la Prefectura Naval de Concordia, fue declarado “persona no grata” por el Concejo Deliberante. Su prontuario se hizo público al serle rechazada una solicitud de ingreso al Concordia Tenis. «‘Selva’, que pretendía pasar inadvertido en ‘un lugar tranquilo’ -como él mismo decía- amenazó con ‘arrancarle los dientes’ si seguía divulgando su prontuario represivo, al término de un partido de tenis donde fue derrotado. ‘El Febres de la raqueta es el mismo de la picana y la capucha’, sostuvieron los ex prisioneros Carlos García, Ricardo Coquet y Graciela Daleo, para desenmascarar al genocida», según el sitio web La Vaca.org (https://lavaca.org/notas/el-prontuario-de-febres-alias-selva/).

Febrés se suicidó con cianuro en 2007 cuando estaba detenido en la sede Delta de Prefectura ubicada en Tigre cuatro días antes de que el Tribunal Oral Federal 5 dictara sentencia, que se descontaba condenatoria, en el juicio que se le seguía por cuatro casos de secuestros.

Las inundaciones y la Costanera

Benítez sostuvo que la cancha más antigua está ubicada en el club ya que las del Victoria Park se rompieron y luego fueron demolidas, tras su traslado. «Somos enamorados de nuestra costanera y no nos quisimos ir. El Victoria Park se fue, se trasladó (ahora se encuentra en el barrio San Agustín). Ahí estuvo la primera sede es donde está la cancha 1. Ahí el Consejo General de Educación la pidió para lo que se conoció como ‘La Escuela de los Tranvías’. Hay una historia con la Costanera y nosotros no la quisimos perder», dijo.