Una monarquía absolutista como la que existe en Esuatini (Suazilandia), al sur de África, en la que su monarca Mswati III decide con total poder e impunidad, puede provocar situaciones difíciles de asimilar en el mundo occidental. Si lo que vamos a narrar a continuación ocurre en uno de los países más pobres del mundo, la gravedad de las consecuencias de actos irresponsables por parte del rey se multiplica.
Actualmente, Mswati III es el último rey absolutista de África. Gobierna por decreto y se opone firmemente a la democratización de su país, aunque restauró el Parlamento nacional que su padre había disuelto.
El gobierno de Mswati ha sido criticado por ignorar los crecientes problemas de la nación mientras él vive rodeado de lujo, sacrificando la salud de los ciudadanos a cambio de su confort personal. Este incluye la compra de una flota de limusinas, un jet de lujo (que costó un cuarto del presupuesto nacional) y la construcción y renovación de palacios para albergar a sus muchas esposas. Además, en el pasado ha restringido las libertades civiles y la libertad de expresión.
Los partidos políticos están prohibidos, la Constitución no protege a las mujeres y no prohíbe los matrimonios forzados.
Mswati III ha tenido 15 esposas (dos ya han fallecido, una de ellas por suicidio), 34 hijos y 4 nietos. La polémica en torno a este rey es constante. Las denuncias por parte de asociaciones internacionales, especialmente aquellas que defienden los derechos de las mujeres, son habituales. Ha sido acusado de matrimonios forzosos con menores, secuestros y extrañas desapariciones.
Hace unos meses, un periódico zambiano afirmó que Mswati III había impuesto la poligamia a los hombres del país. Su intención era resolver el problema de la superioridad numérica de las mujeres. El Gobierno refutó estas acusaciones.
Los reyes de Suazilandia siempre han sido polígamos. El portal ‘Histoires Royales’ ha elaborado un detallado informe sobre el proceso de selección de las mujeres de Mswati y sobre las polémicas que han rodeado al monarca en torno a sus relaciones maritales y el destino de algunas de sus esposas.
Según detallan en ‘Histoires Royales’, al monarca se le imponen las dos primeras mujeres. A las siguientes las elige él tras una ceremonia en la que cada año, miles de jóvenes vírgenes se reúnen alrededor de la reina madre. El día de la ceremonia, el rey, su madre y su hermana mayor eligen a 365 mujeres que estarán a disposición del rey durante el año. Él puede, si lo desea, hacer de algunas de ellas su nueva esposa.
De una de sus esposas, la tercera, nació la primera hija del rey, la princesa Sikhanyiso. Hoy es conocida internacionalmente por su carrera como cantante, aunque también como diplomática. Estudió en las escuelas británicas más prestigiosas, tiene un título en los Estados Unidos y es experta en comunicación por la Universidad de Sídney. En su país, es ministra de Telecomunicaciones y miembro de la junta directiva de MTN Swazilandia, la compañía de telecomunicaciones móviles del país.
Las canciones de la princesa son cantadas en inglés, para que sean más internacionales. Su tema más destacado está dedicado al régimen totalitario de su padre que ella alaba. El videoclip de su canción, ‘Hail Your Majesty’, cuenta con más de 120.000 reproducciones en YouTube.
Otra de las mujeres del rey, Putsoana Hwala, decidió huir del país en 2004. Lo logró utilizando pasaportes falsos.
Una de los casos más dramáticos fue el de la séptima mujer del rey, Senteni Masango. En 1999, el ‘Times of Swazilandia’ anunció que la joven había sido secuestrada de la escuela, lo que enfureció al rey. El editor del periódico fue encarcelado y luego despedido.
Senteni Masango fue encontrada muerta el 6 de abril de 2018. Terminó su vida con una sobredosis de antidepresivo, una semana después de la muerte de su propia hermana. Senteni había asistido al funeral de su hermana sin contar con permiso del rey.
Llamativa es también la historia de Angel Dlamini, la octava esposa del rey, quien huyó de su esposo en mayo de 2012 y se mudó a Sudáfrica. La asociación SSN aseguró que su huida estaba relacionada con la violencia que sufrió a manos de su esposo. Pero, en 2018, Dlamini realizó un sorprendente movimiento y decidió regresar junto a la familia real. Se desconocen los motivos de esta decisión.
Muy polémico fue el caso de su mujer número 10, Zena Mahlangu, quien fue secuestrada de la escuela con 18 años por dos hombres el 9 de octubre de 2002, según se especificó en un informe de Amnistía Internacional. Su madre, Lindiwe Dlamini, preocupada de que su hija no hubiera regresado a casa, alertó a la policía. Fue entonces cuando se le informó que la joven estaba en la residencia real de Ludzidzini. Pocos días después, el Palacio contactó con la madre y le anunció que su hija ahora tenía «funciones reales».
Entre las esposas del rey también hay una Miss. Nothando Dube, nacida en 1988, fue Miss Teen Swaziland. Conoció al rey Mswati en la fiesta de cumpleaños de uno de los hijos del monarca, una fiesta a la que fue invitada. Contrajo matrimonio con el monarca en 2005. Tenía 16 años. Tuvo una aventura con el ministro de Justicia del país, Ndumiso Mamba, por la que fue arrestada y detenida.
Después de varios años en prisión, terminó siendo expulsada de la Casa Real y se le prohibió ver a sus hijos. La joven interpuso una denuncia por detención inadecuada y tortura. El 8 de marzo de 2019 murió de cáncer de piel en el hospital.