Amenazas, descuentos arbitrarios y maltrato sistemático se suman a un trasfondo de aparentes irregularidades en los controles nocturnos de Inspección General del Municipio de Concordia. Trabajadores del área denuncian no sólo violencia laboral por parte de la directora del área y una jefa de inspectores que estaría protegida políticamente, sino también el funcionamiento de una “cooperativa” interna que se reparte discrecionalmente los espectáculos públicos más rentables, dejando afuera a personal que no se somete a los arreglos. Hace 6 meses, un informe oficial del Ministerio de Trabajo confirmó el maltrato, pero el Ejecutivo municipal sigue sin actuar. “Nos dijeron que si esto se hace público, desaparece la oficina”, advierten una decena de empleados, que hasta ahora habían optado por el silencio por miedo a represalias.