El exdirector del Banco Central, Alejandro Vanoli, fue uno de los primeros en advertir los riesgos de un acuerdo que, según sus palabras, “no garantiza estabilidad y puede condicionar la soberanía”. En declaraciones a la AM 750, el economista señaló que aún no hay claridad sobre el formato ni el impacto real del instrumento, pero que “lo que sí está claro es que el gobierno de Estados Unidos está decidido a poner algo de dinero a través de un banco para tratar de que el Gobierno de Javier Milei llegue como sea a las elecciones”.
Vanoli consideró que el aporte no será gratuito: “Habrá que ver cuáles son las condiciones del swap. Esta ayuda, entre comillas, tiene no solo condicionalidades financieras sino de tipo estructural que van a condicionar la soberanía”, advirtió.
El exfuncionario comparó la iniciativa con otros episodios de la historia económica argentina, cuando los intentos por estabilizar el dólar a fuerza de fondos externos terminaron en frustración. “Ya hemos visto desembolsos del FMI, blanqueos, paquetes financieros… No hay ningún paquete que funcione cuando la política económica mantiene un tipo de cambio atrasado y una apertura de importaciones que hace que los dólares se escapen como por un colador”, explicó.
El secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent, y «Toto» Caputo, ministro de Economía de Milei
En su lectura, el acuerdo responde a una lógica estrictamente política: “Estados Unidos usó una parte del swap de manera informal para fijar un tipo de cambio de acá a las elecciones. Es algo puntual para que el tipo de cambio no se desmadre antes de los comicios”, afirmó. Por eso, anticipó que su continuidad dependerá del resultado electoral: “Si hay una derrota del oficialismo, dudo que avance un swap de esta magnitud”.
Desde otra mirada, pero en una línea coincidente, la economista y directora del Banco Ciudad, Delfina Rossi, subrayó la falta de información oficial y los riesgos del esquema que se está conformando. “Más allá de los trascendidos, la única información oficial es el tuit de Scott Bessent. Ese mensaje confirma lo que vimos en el mercado: mayoristas comprando pesos, lo que tiene que ver con la constitución del swap”, explicó.
Rossi señaló que el objetivo inmediato es evitar que el tipo de cambio se dispare antes del 26 de octubre, manteniendo el dólar dentro de la banda cambiaria y preservando las reservas. Pero advirtió que ese mecanismo “opera como la tablita de Martínez de Hoz”, al atar la política económica a un esquema de control cambiario artificial.
Para la economista, el acuerdo no solo busca estabilizar coyunturalmente la macro, sino sostener el programa económico oficial. “El swap apuesta a que el gobierno argentino continúe con el programa de la motosierra y la quita de impuestos. Esto es contradictorio con las últimas votaciones en el Congreso, donde quedó claro que no existen las condiciones para profundizar un ajuste de esa magnitud”, sostuvo.
Rossi alertó además que el equilibrio financiero podría apoyarse en incentivos de alto riesgo, como la suba de tasas para rearmar el carry trade: “Se puede estabilizar la macro, pero el temor será la respuesta de la gente ante este escenario recesivo”, dijo. En ese sentido, definió la operatoria como la prolongación de “un modelo de financiarización y endeudamiento externo” que podría extenderse más allá de las elecciones “si la diferencia de votos no es tan grande”.
Fuente: Con información de Página 12