Hay que recordar que el proyecto de presupuesto nacional para 2026 presentado por el Poder Ejecutivo incluye la derogación del artículo 52 de la Ley de Educación Técnico Profesional N° 26.058, que establece la creación del Fondo Nacional para la Educación Técnico Profesional.
Ese fondo estaba destinado específicamente al financiamiento de las Escuelas Técnicas y se constituía con un monto anual no inferior al 0,2% de los ingresos corrientes del presupuesto nacional consolidado. La eliminación de este fondo especializado representa un golpe particular al sistema de educación técnica, que requiere inversiones sostenidas en equipamiento, infraestructura y formación docente especializada.
En consecuencia, la falta de insumos recae en el alumnado o en los docentes. La provisión de los materiales para los talleres dependen de la solidaridad. Blanc indicó que ese es un problema serio porque muchas veces acuden hijos de trabajadores que están desocupados y no pueden adquirirlos. “Si no tienen el material, no pueden trabajar. El taller es netamente práctico. Dar clases teóricas en taller no nos sirve”. A veces, los docentes o algún compañero llevan material de sobra para compartir. “Son parches. Esta muy bien la solidaridad pero no podemos desplazar al Estado como sostén de la educación», enfatizó.
“Necesitamos que el Estado garantice la igualdad de oportunidades de todos. La Escuela Técnica siempre fue reconocida por dar un titulo y dar una salida laboral a los chicos para que puedan progresar”, dijo. Al mismo tiempo, Blanc sostuvo que no hay fondos para garantizar la renovación de la maquinaria en esas escuelas.
La medida consistente en derogar el Fondo Nacional para la Educación Técnico Profesional se enmarca en un contexto más amplio de desfinanciamiento educativo, que incluye la derogación del artículo 9° de la Ley de Educación Nacional que establecía el objetivo de alcanzar una inversión educativa equivalente al 6% del PBI.







