En Salta, el gerente del Hospital Materno Infantil, Esteban Rusinek, informó que la falta de disponibilidad de anestesistas obligó a priorizar las emergencias, reduciendo de 49 a 15 el número de cirugías diarias. Las intervenciones afectadas incluyen procedimientos oncológicos, cardiológicos, renales y urológicos, con más de 150 operaciones postergadas semanalmente. Según fuentes del hospital, el conflicto con el sector de anestesiología se arrastra desde hace varios años y denunciaron los responsables de distintas gestiones de la cartera sanitaria, imponen un cupo de formación para evitar tener anestesistas de más. Con una cantidad baja se negocian las cifras a cobrar que muchas veces, son más altas que las que reciben profesionales de otras especialidades críticas.
En Concordia, la situación denunciada por DIARIOJUNIO tiene características similares y también se arrastra desde tiempo en el Hospital Delicia Concepción Masvernat. La lista de espera en cirugía general crece constantemente, con pacientes con litiasis vesicular sintomática y diagnóstico confirmado de cáncer de colon que deben esperar meses para ser intervenidos, mientras los quirófanos funcionan a la mitad de su capacidad.
Según fuentes del hospital local, la raíz del problema no es infraestructura ni falta de voluntad del personal médico y de enfermería, sino la falta de colaboración del servicio de anestesiología, que regula de manera corporativa la llegada de anestesistas externos y bloquea la disponibilidad de profesionales para el sistema público y privado.
“Voracidad es la palabra que los estaría definiendo. Cuadruplican ganancias entre lo público y privado, pero mantienen su ‘quintita’ cerrada, sin permitir que nadie más trabaje en Concordia”, detalló una fuente del hospital, señalando que algunos anestesistas cubren jornadas extensas en el sector privado, con ingresos estimados de 500 mil a 600 mil pesos por operación, mientras la atención pública colapsa.
La coincidencia entre los casos de Salta y Concordia evidencia un patrón: la falta de anestesistas responde principalmente a decisiones corporativas que condicionan la oferta de este servicio crítico. En ambos casos, se postergan cirugías programadas esenciales, afectando la calidad de vida de pacientes y generando riesgo sanitario.
Fuente: Nota elaborada con información de Página 12 y DIARIOJUNIO