La jornada fue definida por los propios dirigentes como una deuda pendiente con quien fue —en sus palabras— “el mecenas que hizo posible contar con instalaciones de primera calidad”. Gracias al impulso de Chagas y el respaldo de la Comisión Técnica Mixta, el club logró construir modernos vestuarios, cabinas de transmisión y mejorar el campo de juego, avances que permitieron consolidar al “tricolor” como un espacio deportivo de referencia en la ciudad. Hoy, unos 300 chicos y chicas practican fútbol y unos 70, hockey “Este no es un club de fútbol, sino un club con fútbol y con un profundo rol social”, sintetizó uno de los referentes que tomó la palabra durante el acto. Y remarcó: “Bienvenida sea la política si llega para cambiarle la vida a la gente para mejor”.
Entre los presentes también estuvo la diputada provincial de Juntos por Entre Ríos, Liliana “Lily” Salinas, quien recordó emocionada sus años en el barrio y su relación personal con el club: “Este lugar contenía a mis hijos cuando eran chiquitos como los que hoy están aquí presentes, y yo tenía que trabajar y dejarlos mucho tiempo solos. Es un club con un gran trabajo de contención social. Este reconocimiento a Juan Carlos Chagas era algo que estaba pendiente, que se lo debíamos, aunque él nunca jamás reclamó nada. Es una jornada emocionante y merecida”.
Juan Carlos Chagas exhibe la camiseta del club La Bianca. A su derecha, la diputada Liliana Salinas.
Conmovido, Chagas agradeció el homenaje con un discurso en el que la emoción lo atravesó desde el comienzo. “Cuando me toca hablar, sobre todo en los últimos años, me emociono y comienzo a lagrimear, porque yo trabajo con mucha pasión, y cuando uno ve las realizaciones —pocas o muchas— se siente feliz”, dijo. Recordó que su vínculo con el club comenzó hace muchos años, de la mano de Néstor Polito, un histórico dirigente del club ya fallecido, en un terreno baldío sin infraestructura: “No había absolutamente nada, ni una pelota de goma. Y pensamos que teníamos que diseñar un club de barrio que sirviera como contención para los vecinos. Eso es hoy una realidad”.
Narró cómo supervisaba personalmente la evolución del césped y las obras, incluso cuando su cargo como presidente de Salto Grande no lo requería. “Yo iba casi todos los días, porque me gusta ver cómo evolucionan las cosas. Si a cada uno de nosotros nos controlan, mejor. No un control policial, sino estar ahí, acompañando”, dijo con humor, al relatar cómo presionaba a un ingeniero civil para que la cancha mejorará rápidamente.
También hizo un repaso por su trabajo en otros clubes como San Lorenzo de Villa Adela y Nébel, siempre con la convicción de que “la educación y el deporte son lo que nos va a sacar adelante”. Y dejó un mensaje para los más chicos presentes: “Lean, edúquense, para poder ser mañana libres y decidir por sí solos”.
Ya hacia el final, Chagas remarcó la necesidad de trabajar “codo a codo” para que Concordia “asome la cabeza”, en contraposición a los años de malas noticias que la ciudad proyectó a nivel nacional. “Tenemos que poner esfuerzo, pasión e imaginación para mejorar. Ellos —los chicos— van a heredar el mundo que les dejamos. Hagámoslo
lo mejor posible. ¡Viva Concordia!”, cerró.
Tras la ceremonia, se compartió una merienda con las familias y niños presentes, y Chagas entregó pelotas de fútbol en nombre de la delegación argentina de la CTM. El gesto fue recibido con entusiasmo por los más chicos. Uno de ellos, con la mirada encendida, expresó: “Gracias por las pelotas, a veces no podíamos hacer fútbol en los
entrenamientos por falta de pelotas”.
Entrega de pelotas de fútbol en nombre de la delegación argentina de la CTM