“La figura del femicidio no es simbólica ni ideológica: es una herramienta jurídica que busca visibilizar y combatir la violencia extrema que sufren las mujeres. Pretender erradicarla es negar una problemática que aún persiste en nuestro país y afecta a miles de familias”.
“Como radicales, llevamos en nuestra historia la defensa de los derechos humanos y la igualdad. Lo demostramos durante el gobierno de Raúl Alfonsín, con avances históricos como el divorcio vincular y la patria potestad compartida, que marcaron un antes y un después en la equidad entre hombres y mujeres. Hoy, ese compromiso sigue intacto”.
“La inclusión y el feminismo no son un cáncer a extirpar; son la base de una sociedad democrática, libre y plural. No permitamos que se retroceda en estas conquistas. Desde Concordia, reafirmamos nuestra posición: la igualdad y la justicia no se negocian”.