El documento publicado esta mañana en las redes sociales de UCRAER, afirma que la coalición Juntos por Entre Ríos, según el acta de compromiso firmada por sus integrantes, “caducó el mismo día de las elecciones”. Plantea además que esa coalición “ya no existe jurídicamente ni tiene base política real”, y que algunos sectores la invocan como “pretexto para justificar acuerdos personales o conveniencias circunstanciales”. A continuación, el comunicado textual:
«No se puede preservar lo que Legalmente ya no existe
Cuando Lena afirma que “tenemos que preservar Juntos por Entre Ríos”, parte de una premisa falsa. La coalición fue una herramienta meramente electoral con vencimiento explícito. Pretender que continúa como estructura de gobierno o como frente parlamentario estable no solo es impreciso, sino engañoso frente a la ciudadanía y los propios militantes radicales. Desde UCRAER sostenemos que es hora de sincerar esta situación: JxER terminó. Tenemos que reconstruir una UCR con voz propia, no sujeta a decisiones ajenas ni a coaliciones artificiales.
Los radicales en el gobierno de Frigerio lo están a título personal
Es imprescindible dejarlo claro: quienes hoy forman parte del gobierno de Rogelio Frigerio lo hacen a título estrictamente personal, sin representación orgánica del radicalismo entrerriano. Nunca existió una coalición de Gobierno formalmente constituida, ni hubo una decisión partidaria que legitimara la integración de funcionarios radicales a esa gestión. Presentarlos como “parte de Juntos por Entre Ríos” es falsear la realidad: Actúan en función de acuerdos individuales, no en nombre de la UCR.
Y esto tiene una consecuencia política concreta: no existe responsabilidad institucional del radicalismo sobre las decisiones del Poder Ejecutivo provincial, porque nunca fue convocado formalmente a cogobernar. Quienes hoy ejercen funciones lo hacen por conveniencia personal o acuerdos de cúpula, no por mandato partidario. La UCR no debe ser arrastrada a validar gestiones que no decidió integrar.
El vaciamiento partidario no se denuncia, se evita
Lena advierte que “la política nacional busca romper los partidos políticos”, pero omite que ella misma forma parte de un armado que ha contribuido al vaciamiento del radicalismo, diluyéndolo primero en el PRO y ahora negociando con La Libertad Avanza. No se puede denunciar la destrucción de los partidos mientras se aceptan las reglas del mercado político que los destruye desde adentro.
Denunciar una amenaza externa sin revisar la claudicación interna es una forma de complicidad.
¿Quién define el futuro del Radicalismo?
Resulta alarmante que la diputada afirme que una eventual alianza con La Libertad Avanza “lo definirá nuestro gobernador”. Esa frase es incompatible con el ideario Radical.
Desde UCRAER creemos que el futuro de la UCR lo deben decidir los radicales, no un dirigente que ni siquiera milita en nuestras filas. Ceder esa potestad es renunciar a nuestra autonomía histórica y asumir que el radicalismo es apenas un engranaje útil para sostener el poder de otros. Ningún dirigente externo —por exitoso que sea en lo electoral— puede ni debe reemplazar la voluntad política del partido.
Entre la resignación y la incoherencia
Lena reconoce que «el radicalismo es mayoritario» dentro de JxER, pero no lo defiende. Por el contrario, se muestra dispuesta a ceder espacios importantes y a aceptar cualquier integración como inevitable, argumentando que no hay lugar para el medio. Desde UCRAER afirmamos con firmeza: sí hay lugar para una UCR autónoma, con identidad, propuestas y coraje. Lo que no hay es lugar para el silencio, la sumisión y la justificación del pragmatismo sin principios. La resignación de Lena no es estrategia: es claudicación.
La verdadera fractura no está en el justicialismo, sino en la representación política
Lena señala con ironía el quiebre del bloque justicialista, pero no advierte la fractura profunda que atraviesa a su supuesta propia coalición: una estructura sin marco jurídico, con actores que responden a distintas fuerzas y sin un proyecto común.
Más aún, la propia UCR está fracturada entre quienes buscan refundarla con dignidad y quienes aceptan ser furgón de cola del poder de turno.
La historia sabrá identificar con claridad a quienes decidieron entregar al radicalismo a otros proyectos políticos y, sin dudas, el nombre de Gabriela Lena estará entre ellos.
Las palabras de Gabriela Lena ilustran el callejón sin salida de un radicalismo colonizado por otras fuerzas, sin voluntad de autonomía ni proyecto propio.
Desde UCRAER decimos:
-No hay que preservar Juntos por Entre Ríos. Hay que recuperar al radicalismo.
– No hay que ceder lugares. Hay que ocupar el lugar que nos corresponde: el de un partido que piensa, debate, propone y transforma.
Esta es la misión de UCRAER, y no la vamos a negociar»