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La fiesta de un Fauno
Este es el título de una de las primeras películas porno en la Argentina, a principios del siglo XX, dirigida por Ariel Magnus. Y ustedes, estimados lectores, querrán saber qué relación trato de establecer con las festividades de fin de año.

Pero así como en el siglo XX se inauguró en el séptimo arte esta obra, en la Argentina de Milei se ha inaugurado la política pornográfica en su máxima expresión. Todo signo de decoro, ética y honestidad intelectual ha sido barrido y destrozado por esta motosierra indigna que, con su narcisista maligno en la Presidencia, ha organizado un saqueo cognitivo, financiero y extranjerizante como nunca se había experimentado. Y eso que hemos pasado por gobiernos oligarcas, dictatoriales, demagógicos, endeudadores seriales de toda laya. Sin embargo, la parte noble del pueblo actuó con resiliencia y esperanza, pensando que solo el curso de la Historia podría hacer cambiar el purgatorio tan sufrido y el infierno tan temido que sobrevendrá si no reaccionamos.
«La fiesta de un Fauno» es una película donde el nivel más bajo de la condición humana es equivalente al que se somete a nuestra ciudadanía en nombre de la Libertad.
La fiesta de unos pocos
En mi país, con tristeza y pobreza,
pero con una dignidad doliente,
se amasa en el barro, con sudor presente,
el pan que se bendecirá en cada mesa,
mientras que “otros”, sin conciencia ni
memoria de sus bolsillos cuando eran flacos,
empinarán las copas de champagne pagado
con el despojo prostibulario sin condena terrenal.
En estas fiestas del Fauno se ve crecer un fuego
de soledad ardiente, porque el “nosotros” está ausente.
Se recordarán las víctimas del despojo por la
violencia de la negación de los derechos.
Pero cuidado, que con la sangre de los que ya no están
le pasemos la cuenta al Fauno traidor, entregador
de la patria, por más que se bañen en ríos de oros
oscuros, donde también corre la sangre del pueblo…
Pero atención, que la sangre del pueblo no es abono
para que el pase de obrero a esclavo sean muertos inevitables.
Ya es la hora de ponerse el overol agujereado de la
resistencia. Porque detrás de la fiesta del Fauno para pocos
se avizora un viento de protesta en la jungla donde el
rugido del hambre se devora a los traidores de los pueblos.
Entonces el Fauno de la Rosada presidirá un ejército muerto,
con un mariscal de hueso y cenizas que el viento de la Historia
se encargará de la diseminación por la dimensión desconocida.
