El radicalismo, no solo el entrerriano, viene transitando una pendiente ideológica desde los tiempos de Raúl Alfonsín, con destino final de desaparición definitiva. Desde que Macri les tiró el salvavida de plomo de la alianza con el hoy jaqueado PRO, los boinasblancas han preferido el camino de las alianzas con los conservadores y la derecha, por el temor a que, en solitario, quedar expuestos en su flacura convocante.
LOS DATOS DE GUALEGUAYCHÚ.
El drama del radicalismo entrerriano tuvo su punto culminante en Gualeguaychú, donde la falta de interés de los radicales locales por participar de la contienda terminó ofreciendo guarismos escuálidos. El padrón del departamento ofrecía la posibilidad de participar a unos 5.500 afiliados, pero finalmente apenas 237 se molestaron en concurrir a las urnas. Y en la ciudad cabecera, de algo más de 4.700, solo concurrieron 110 a la convocatoria. Consultados algunos referentes locales que prefirieron mantenerse en el anonimato manifestaron que la alianza municipal con Davico los saco de la cancha, que actualmente la gran mayoría de los ‘radicales de a pie’ no se sienten representados en el gobierno municipal. Y que la vice intendenta, que teóricamente ocupa ese lugar en nombre del partido no ha manifestado demasiado entusiasmo públicamente con su identificación con los herederos de Alem, Irigoyen. Lebhenson y Alfonsín. Y que en todo caso los viejos militantes no la reconocen en cuanto a lo que se refiere a liderazgo partidario.
Un dato interesante de la disputa local lo dio el hecho que para la categoría de Diputados nacionales la Lista 1 liderada por Rubén Pagliotto obtuvo 40 votos y la Lista 2 -encabezada por Darío Schneider- 63 votos.
Para Senadores, las cifras fueron similares: Lista 1 sacó 42 votos con la dupla de María Elena Herzovich y el gualeguaychuense Rubén Carrozo, mientras que con 64 votos se impuso la Lista 2 encabezada por Atilio Benedetti. O sea, la performance relativa de los defensores de las bandera históricas del partido tuvieron un digno 40% de los sufragios emitidos, lo que a esta altura de los acontecimientos no es poco.
El radicalismo con estos guarismos y el destino anunciado al que será conducido por Benedetti tiene el boleto picado que lo llevará a la nada misma.
Aunque debemos ser honestos, al menos concretó y enfrento una elección interna limpia y democrática, algo que frente al asalto a las urnas ocurrido con el peronismo no es poco. Pero bueno, así están las cosas, dios nos libre y nos guarde.
1 comentario
NachoJP
En Concordia votaron menos de 800 afiliados, de los cuales unos 550 votaron al oficialismo que llevaba de candidatos a la pareja municipal, el secretario del mono, Dellolio y la concejal desclasada Lagraña. Es decir que ellos representan 550 votos en la actualidad. Es lo que lograron convocar.
Para tomar nota y entender lo deshilachada que está esta fallida gestión municipal.
Ah, cuando fueron todos juntos, perdieron la elección de una biblioteca. Claro, no tuvieron en cuenta que la biblioteca es POPULAR, y vienen siendo cada vez más impopulares. Sigan así, sordos y soberbios