El operativo se desarrolló junto a equipos del Hospital Regional, el Centro Pediátrico y el Centro de Salud Nueva Esperanza. En el territorio participaron agentes sanitarios, vacunadores y bioquímicos, mientras que desde el nivel central llegó personal de la Dirección General de Epidemiología, incluyendo profesionales del área de Vigilancia, de la Residencia de Epidemiología y de la División Inmunizaciones.
En una primera instancia, se repasaron los lineamientos para la detección temprana de la enfermedad. Se recordó que debe sospecharse sarampión ante la presencia de fiebre y exantema, y que resulta clave notificar de inmediato para activar las acciones de control: revisión de carnés de vacunación para completar esquemas y búsqueda activa de contactos.
Luego, los equipos visitaron a todos los contactos identificados para la detección de eventuales nuevos casos sospechosos. Además, realizaron un análisis retrospectivo de los registros de consultorio y guardia del día en que el paciente confirmado asistió al Centro Pediátrico. Con esa información, se contacta a todas las personas que pudieron haber estado expuestas, quienes serán seguidas durante 28 días. También se tomarán muestras a quienes consultaron por fiebre y algún tipo de brote cutáneo, y se hará diagnóstico diferencial a quienes hayan presentado síntomas en la última semana.
Prevención y protocolo sanitario
Según el Calendario Nacional de Vacunación, todas las personas desde el año de vida deben contar con esquema completo contra sarampión y rubéola. Los niños de 12 meses a 4 años deben acreditar una dosis de triple viral; mientras que mayores de 5 años, adolescentes y adultos deben tener al menos dos dosis con componente contra ambas enfermedades. El personal de salud asistencial también debe contar con dos dosis obligatorias.
Ante un caso sospechoso, se debe aplicar aislamiento respiratorio del paciente hasta siete días posteriores al inicio del exantema, evitando su circulación en transportes públicos y dentro de instituciones.
En cuanto al entorno del caso, el protocolo prevé la búsqueda activa de contactos para identificar a los susceptibles —menores de un año o personas sin vacunación completa— y aplicar la vacunación correspondiente a quienes no cuenten con las dosis indicadas en el calendario oficial.