El informe del organismo muestra que, a pesar de las tensiones cambiarias de las últimas semanas, la depreciación del peso no se trasladó de manera significativa a los precios de consumo masivo. Según el INDEC, el fenómeno se explica por la caída del poder adquisitivo y el bajo nivel de consumo, que limita la posibilidad de trasladar costos a las góndolas.
En el desglose por categorías, Transporte lideró los incrementos con una suba del 3,6%, impulsado por los combustibles y el precio de los vehículos. Le siguieron Bebidas alcohólicas y tabaco (3,5%) y Restaurantes y hoteles (3,4%). En contraste, Recreación y cultura apenas subió 0,5% y Prendas de vestir y calzado mostró una variación negativa de -0,3%.
Los alimentos y bebidas no alcohólicas, uno de los rubros de mayor peso en el índice, registraron un incremento de 1,4%, por debajo de la inflación general. Salud subió 1,7%, mientras que Comunicación (1,9%), Bienes y servicios varios (2,2%) y Educación (2,5%) se ubicaron por encima del promedio.
En cuanto a la clasificación general, los bienes treparon 1,6% y los servicios, 2,5%. La inflación núcleo fue del 2%, mientras que los precios regulados escalaron 2,7%. Por su parte, los productos estacionales retrocedieron -0,8%.
Una vez difundido el dato, el ministro de Economía, Luis Caputo, resaltó en sus redes sociales que “por primera vez desde noviembre de 2017 se registraron cuatro meses consecutivos de inflación por debajo del 2% mensual”.
En cuanto a las estimaciones se las consultoras privadas, oscilaron entre el 1,6% y el 2,1%, según los distintos relevamientos. Aunque con diferencias, las mediciones coincidieron en una inflación moderada en comparación con los picos de años anteriores.
https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/ipc_09_25ECDE933AE3.pdf