Inmediatamente, EE.UU. salió a desmarcarse diciendo, a través del cínico Secretario de Estado Marcos Rubio, que Israel «traicionó» a Donald Trump, porque Netanyahu le había dado hasta el domingo plazo a Irán para aceptar desmontar el programa nuclear y de uranio enriquecido. Pero en una decisión unilateral, Israel ataca a Irán tres días antes. Sin embargo, eso es una maniobra para no responsabilizar a EE.UU., ya que el Estado hebreo no hace nada sin consulta previa con su principal protector.

Este ataque sincronizado se hace sobre la suposición incierta de los fines del programa nuclear iraní, pues, según lo afirma Reuters, consta que el programa nuclear iraní con fines bélicos se había desmantelado en el año 2003.

Más allá de ello, hay que decir que la precisión de los ataques a las instalaciones de procesamiento de uranio fue posible porque la Comisión Internacional de Control de la Energía Atómica le habría entregado los planos de la ubicación de esos lugares a los servicios de inteligencia israelí. Además de los actos de sabotaje producidos por esos mismos servicios de inteligencia y las coordenadas satelitales de EE.UU.

Los ataques fueron, además, contra edificios donde habitaban funcionarios del Comando Militar Iraní, destruyéndolos y matando a tres jefes militares importantes, que son:

• Mohammad Bagheri, Jefe del Estado Mayor del Ejército;
• Hossein Salami, Comandante en Jefe del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán;
• Gholam Alí Rashid, Comandante del Cuartel General de Khatam, y su hijo menor de edad.

Israel utilizó más de 200 aviones de combate contra más de 100 objetivos en todo Irán. Y esto, según fuentes militares de Israel, no es más que una primera etapa, ya que durante toda la semana seguirán los ataques.

El cínico de Donald Trump dijo que «seguimos comprometidos en una solución diplomática, pero que primero Irán debe renunciar a la esperanza de obtener un arma nuclear». Y aquí se impone una pregunta lógica que nadie ha respondido: ¿por qué Pakistán, India e Israel tienen arsenal nuclear e Irán no puede? ¿Quién y con qué «poder» determina quién no y quién sí? ¿No hablan de equilibrio estratégico? Si Israel tiene e Irán no, ¿no tiene el Estado hebreo una ventaja estratégica?

Este ataque terminal de Israel también tiene como telón de fondo la inestabilidad política dentro del mismo Estado de Israel, y a Netanyahu se le hace harto difícil resolver la situación de la Franja de Gaza, la resistencia de la opinión mundial por ese genocidio, y hace una «fuga hacia adelante» que puede traer imprevisibles consecuencias.

Ya el precio del petróleo subió a U$S 73 dólares el barril y eso traerá una mayor inflación en todo el mundo, incluso si Irán se decide a cerrar el estrecho de Ormuz y si sus aliados musulmanes del Golfo Pérsico intervienen, la situación internacional se complicaría mucho, y todo el mundo sufriría las consecuencias.

Lo más gracioso, si hay algo que pueda considerarse como tal, es que el Departamento de Estado de EE.UU. ha dicho que Israel ha ejecutado un ataque «preventivo» (¿?). ¿Cómo sería si no fuese preventivo? Están tan acostumbrados a mentir…

Pero no se equivoquen: detrás de todo esto está la mano invisible del sionismo internacional, que se quiere quedar con todos los recursos del Oriente Medio. Y hay que terminar con el último bastión de resistencia que es la República de Irán, y convertirla en un estado «fallido», como lo fueron Somalia, Sudán, Libia, Líbano, Palestina y Siria.

Estamos en un mundo complejo, con una mentalidad bélica nunca vista. La ausencia de verdaderos estadistas en la mayoría de los países hace que, en vez de hacer del lenguaje un entendimiento, hacen que hablen las armas.