Tensión en la Municipalidad: cordón policial impide a recicladores dialogar con el intendente

Bravo recordó que el conflicto viene desde hace varios meses. Exactamente, desde el momento en que el municipio intervino para cerrar la planta de reciclado.  Posteriormente, mediante diálogo, pudieron recuperarla pero los recicladores solicitaron que se formalizase un convenio para obtener una remuneración por la labor que realizan.

No obstante, nunca obtuvieron respuesta.  “Nosotros tenemos todo legal, la cooperativa está legal. Los compañeros están asegurados. Somos 24 compañeros que estábamos trabajando en su momento y quedamos todos afuera”, remarcó.

Bravo recordó que hasta el día de hoy no se cumplieron ninguna de las promesas que recibieron.  “Hoy nos presentamos acá después de tanto diálogo que mantuvimos con Dell Ollio. Estamos acá y nos mandan 10 o 12 policías para cuatro personas. Nos quieren sacar pero este es un edificio público y tenemos el derecho de estar acá, en un edificio público esperando que el intendente o Dell Ollio nos atienda”, dijo.

El reciclador sostuvo que actualmente están trabajando en la planta pera “a duras penas”. “Los compañeros nos llevan el material. Somos cinco o seis compañeros que estamos enfardando, les ponemos valor agregado y después lo vendemos a la industria”, acotó. Lo que obtienen de la venta la reparten entre todas las personas que conforman la cooperativa.

Pero sostuvo que lo que perciben no les alcanza. “Por eso queremos tener un reconocimiento del municipio porque creo que la ley nos ampara”, dijo. Aunque no exigen una cifra determinada, dado que entienden que el municipio es quien tiene la facultad de determinar los números, Bravo remarcó que sabe que los trabajadores en los Puntos Limpios están recibiendo una remuneración de $ 250.000 mensuales. Aunque admitió que “no es nada”, es una cifra que se sumaría a las tareas particulares que realiza cada uno. “Yo tengo un motocarro y puedo salir a las verdulerías y las carnicerías. Y ahí recatamos algo para darle de comer a nuestros hijos”, sostuvo.

La lista de reclamos no se agota con la demanda de un sostén económico para los cooperativistas sino que, además, reclaman por la retención de los animales que utilizan los carreros cuando infringen el radio de prohibición de la tracción a sangre. Bravo dijo que desde Veterinaria de la Municipalidad les quitan los caballos para darlos en adopción. Según Bravo, los propietarios no tienen comprobantes de la compra de los animales porque los tienen desde que nacieron.

La presencia policial en el primer piso genera una situación de tensión indisimulable. Bravo sostuvo que la intención es desalentarlos para que se retiren con el riesgo, caso contrario, de ser desalojados por la fuerza. Pero  sostuvieron que iban a permanecer allí hasta ser atendidos. “Estamos pidiendo trabajo, no estamos pidiendo otra cosa”, dijo Bravo.

“Ellos tienen el sueldo asegurado. Van a pasar una Navidad muy linda y nosotros hacemos lo que podemos. Estamos pensando en reunirnos con los compañeros para poder pasar las fiestas de fin de año y que nuestros hijos tengan, al menos un plato de comida en la mesa”, dijo Bravo. “Vamos a quedar hasta que alguien nos atienda o hasta que nos desalojen”.