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Un posteo y otro caso de censura y persecución contra periodistas en la gestión de Azcué
La intolerancia a la crítica volvió a mostrar su rostro más crudo en la Municipalidad de Concordia. Esta vez, la víctima fue Federico Gularte, ex periodista y movilero de Radio Ciudadana, a quien le avisaron que a partir de la fecha prescindirían de sus servicios de prensa como monotributista en la secretaría de Salud, luego de un posteo en redes sociales que incomodó al Ejecutivo municipal y al área de Prensa. Hasta el momento, Gularte no ha querido realizar declaraciones públicas sobre lo sucedido.
Federico Odorisio
El “pecado” de Gularte fue recordar, en el marco de lo que hubiera sido el décimo aniversario de Radio Ciudadana, que el cierre de la emisora se justificó oficialmente en supuestas razones económicas. Una afirmación que, como ya documentó DiarioJunio en reiteradas oportunidades, no resiste el menor análisis porque la radio nunca dejó de transmitir, el gasto estructural persiste y la mayoría del personal fue relocalizado dentro del propio municipio. Además, varias fuentes indican que la radio sería cedida a un privado y apuntan a que la persona «con altas chances de arribar» sería un empresario multirubros oriundo de Gualeguaychú.
Tras el cierre formal de la radio pública, Federico Gularte (Técnico Superior en Periodismo Deportivo recibido en Paraná, que en radio Ciudadana se desempeño durante 8 años como movilero, periodista, productor y fue el conductor de la última transmisión oficial que la emisora hizo del Carnaval de Concordia) pasó a cumplir tareas de prensa en la Secretaría de Salud. Sin embargo, su publicación —que fue eliminada pocas horas después— habría sido suficiente para activar un mecanismo ya conocido: el aviso informal de que sus servicios no sería considerados en el futuro inmediato y su incorporación a una suerte de “lista negra” interna.
El mensaje es claro y busca ser aleccionador: opinar de la gestión tiene consecuencias.
DiarioJunio ya había denunciado que Radio Ciudadana fue desmantelada bajo el argumento del “ahorro”, pero el gasto continuaba porque la radio sigue al aire con música y publicidad oficial; la electricidad y los servicios se consumen igual; y Darío Buffet —el interventor que ejecutó el cierre— continuaba cobrando más de 2,5 millones de pesos mensuales como director de una radio que ya no transmitía programación, además de movilizarse con chofer particular en la camioneta que era el móvil de la radio. En la actualidad, Buffet dejó de ostentar ese cargo por el que cobró un par de meses sin ejercer y volvió a ser un funcionario de segundo rango de la subsecretaria de Comunicación y Prensa con un salario de $1.9 millones de pesos.
En definitiva, lo importante no era cuidar las finanzas -a pesar que el presupuesto de la radio era irrisorio, sobre todo en lo que se destinaba a pagos del personal-, el objetivo era apagar una radio que informaba más allá de las conveniencias o no de la gestión en curso y que hacía periodismo crítico.
Lo ocurrido con Gularte también se engloba con otro rasgo distintivo de la gestión Azcué que es el uso de los recursos del Estado como herramienta de premio y castigo. Lo admitió el propio intendente cuando reconoció públicamente haber retirado la pauta oficial a DiarioJunio. Lo reafirmó horas después uno de sus concejales en el Concejo Deliberante.
En ese contexto, la no renovación de un contrato por un posteo no es un exceso aislado sino parte de una lógica del miedo, del silencio forzado, de la autocensura.
El mensaje del Ejecutivo municipal es cada vez más evidente y peligroso: no se castigan incumplimientos laborales o contractuales; se castigan opiniones, se castiga por decir eso que incomoda, la libertad de expresión. Con estos autoritarios, el derecho a informarse y la salud democrática de la ciudad están en juego.
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10 comentarios
Castillo
¿Qué pasa, «colegas»? ¿Se les cortó el internet o solo se les cortó la dignidad?
Es vergonzoso el silencio de los dueños de medios en Concordia ante el despido de Federico Gularte. El mensaje del municipio es mafioso: «si opinás, te echo». Pero ustedes no dicen nada porque tienen la boca ocupada cobrando la pauta oficial.
No son periodistas, son empleados del poder. No informan, protegen su caja.
Tienen miedo de terminar en la «lista negra» y prefieren mirar para otro lado mientras desmantelan la libertad de expresión.
Anoten: el que calla por plata, se vende por monedas. Mientras ustedes cuidan el bolsillo, la democracia en la ciudad se cae a pedazos. A nosotros no nos van a callar con un cheque ni con amenazas.
¿De qué lado estás: de la verdad o del pautazo?
Luis
Que lindo Juicio vamos a tener que pagar….
ruben
Señores, que hacia un periodista, contratado como periodista en el área de Salud del Municipio???? No corresponde. La Secretaria de Salud con prensa propia ABSURDO. Existe el área de prensa en el municipio. Estos Señores de la «Radio Publica» eran militantes políticos encuestados. Las cosas por su nombre
diego
andá enterándote entonces, cada área tiene su prensa, cada área es un compartimento, una parcelita gestionada como un kiosquiito
Guillermo
Estos nene bien que tomaron el mando no entienden ni entendieron nunca como es el juego de la democracia. Pero lo más triste es decirse ser funcionario y no poder sostener o defender tus actos de gobierno.
Omar
estaba mirando los otros medios de Concordia, los «bien informantes», los «no K», los «no mercenarios», los «no ensobrados» y la verdad que dan vergüenza, todos con el upite fruncido, insolidarios con el colega, una manga de genuflexos asquerosos, cagones de cuarta. Recuerden que Dios vomita a los tibios y ya les va a tocar. muy mala gente son. Gularte es un gran periodista, muy laburador, de corazón sincero, de pensamiento honesto. Ya vas a ver Fede que no hay mal que por bien no venga. Y lo felicito a Odorisio porque lo echaron antes que a nadie y lo defendieron con tibieza, claro es kuka o lo parece. sin embargo sigue poniendo la cara y la firma por los colegas maltratados y ninguneados por estos fachos ignorantes.
Spinelli
Un periodista a la calle: El precio de no ser un aplaudidor
Despedir a un periodista no es una medida de ahorro, es un acto de cobardía política. En la Concordia de Azcué, parece que la libertad de expresión estorba. ¿Cuál es el miedo, Intendente? ¿Que se cuente lo que pasa en los barrios?
Firmar un despido con una mano mientras con la otra se acomodan los privilegios de la casta local es, básicamente, reírse en la cara de los concordienses. Detrás de ese «puesto eliminado» hay una familia que hoy no sabe cómo va a comer, pero claro, en el despacho climatizado del municipio las prioridades son otras.
ER
Simplemente AUTORITARISMO, como fue con los milicos gobernando. Pero eso, voto el pueblo, o sea Los Pueblos se Equivocan, y y grandemente. Ejemplo actual de esta gente y porteños, y ni hablar del equizofrenico. Además están destruyendo la salud mental de los Argentinos. No dan ha basto, psicólogos, psiquiatras, farmacias, sanatorios. Insostenible situación. A luchar Federico, no hay que dar el brazo a torcer, sobre la inescrupulosidad de quienes se creen hoy gobernantes, que solo es cuestión de tiempo.
Verdad incomoda
Hasta cuándo la ciudadanía de Concordia va a tolerar el desmantelamiento de lo que fue la voz de la ciudad.
Hasta cuándo un solo periodista, el primero que echaron, Federico Odorisio, será el único que levanté informe y explique lo que sigue pasando.
Cuando los demás periodistas, locutores/as y productores seguirán callando por mantener un sueldito de m….
Valentía muchachada!! Que los van a ca…ar de todos modos!!
«Hoy tocaron a mí puerta…pero a nadie le importo»
Solo unidos lograrán recuperar la radio que nos pertenece a toda la ciudadanía.
Estar informados es un derecho humano
Juan Manuel Rios
Otra vez sopa Siguiendo los lineamientos generales….privatizar y eliminar puestos de trabajo. pero peor con la oposición se discute pero no se los elimina.