La inflación de julio, según el Instituto Nacional dé Estadística y Censo (INDEC), marca un leve repunte respecto a junio, cuando la inflación mensual fue del 1,6%, aunque por tercer mes consecutivo se mantiene por debajo del 2%
Entre los rubros que más aumentaron en el sexto mes del año se destacan:
– Recreación y cultura: 4,8%
– Restaurantes y hoteles: 3,3%
– Transporte: 2,8%
De acuerdo al organismo, las alzas están directamente vinculadas con la temporada de vacaciones de invierno, que impactó en los precios de pasajes, paquetes turísticos y servicios gastronómicos.
En contraste, los sectores que menos modificaciones marcaron fueron:
-Bebidas alcohólicas y tabaco (0,6%)
-Prendas de vestir y calzado, que (-0,9%).
El informe del Indec sigue mostrando diferencias sustanciales entre el aumento de precios de los bienes (1,4%) y el de servicios (3,1%). Aunque el rubro Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles creció por debajo del promedio (1,5%), el resto de los ítems de servicios subieron por encima. Además de los ya mencionados vinculados a la recreación y el transporte, también crecieron Comunicación, (2,3%) y Bienes y servicios varios (2,1%).
Protecciones
Según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, la inflación promedio estimada para julio se ubicaba en 1,8%, un leve incremento respecto al mes anterior
Durante la quinta semana de julio, Analytica registró una variación semanal de 0,3% en los precios de alimentos y bebidas de Gran Buenos Aires. De esta forma, el índice de julio se acercaría al 1,9%, un número replicado por otras consultoras.
Impacto según ingresos y situación laboral
El Centro para la Concertación y el Desarrollo (CCD) y el Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET) advirtieron que la inflación afectó más a los hogares de mayores ingresos, donde el IPC alcanzó el 2,35% en el decil más alto. Por su parte, en los sectores de menores recursos, la suba se mantuvo por debajo del promedio general.
La diferencia se explica por el menor peso del turismo y el ocio en el consumo de los hogares populares. Además, los trabajadores no asalariados fueron los más afectados, con una inflación del 2,12%, frente al 1,9% registrada entre asalariados informales y desocupados.