Los líderes europeos han manifestado que están dispuestos a defender a Ucrania si se le obliga a ceder territorios y además asegurarle la seguridad territorial con participación de tropas de la OTAN. Primero habría que aclararles que NO hubo declaración de guerra de parte de la OTAN y viceversa por parte de Rusia. Por lo tanto, aunque aporte material de armamentos durante todo el conflicto, NO forma parte del mismo, tanto en las decisiones que se tomen como en la condición de exigir determinadas sanciones a Rusia.
La cuestión de proporcionar garantías a Ucrania fue uno de los temas centrales de la reunión de Trump y Zelensky y su pandilla de soberbios europeos. Estos sorprendieron con una declaración conjunta en donde expresaban que Rusia no puede tener derecho a veto en la trayectoria de Ucrania hacia la OTAN y la Unión Europea. Insólito. Actúan como lo que son: verdaderos ignorantes acerca de las consecuencias de ganar o perder una guerra. Tratan de insistir en un callejón sin salida por el derecho de Ucrania de obtener en un tiempo próximo la membresía para la entrada en la OTAN. ¡No habrá vuelta atrás!
En la reunión del lunes, Trump volvió a abogar por un acuerdo a largo plazo, en lugar de un «alto el fuego» transitorio que serviría para rearmar a Ucrania, que está al borde del colapso. La impresentable presidenta de la Unión Europea (que no fue elegida por el resto de los países) quiso comprometer a Trump con una «chicana» que se usó en cierto momento, como lo es la situación de los 350 niños llevados por Rusia (secuestrados, según ella), exigiendo su devolución. Ignoraba lo dicho por Putin a Trump: que fueron los niños huérfanos de familia por el bombardeo durante 14 años de Ucrania sobre la región del Dombás, y que 140 encontraron hogar en Alemania.
La descendiente de baronesa debería callarse la boca y rendir cuentas en la Justicia de Bélgica por la estafa de millonarias compras de vacunas contra el Covid-19 en connivencia con laboratorios Pfizer, con sobreprecios desmesurados.
Hay que hacer ver a los europeos, que durante mucho tiempo han cantado el himno de la construcción de la paz y de las soluciones políticas cuando se trata de conflictos de otros países, pero cuando sus propios intereses están en juego, quieren guerra.
Yo sé que este tema de las guerras actuales está bajo la mirada periodística vigilante, porque hay un sistema de ocultamiento de la verdad en cuanto a las narrativas de demonización de determinados actores, para que la sociedad se confunda y absorba criterios totalmente desinformados de la realidad. Para ello es decisivo, así como en la región de Gaza, donde ya se han asesinado 231 periodistas para ocultar la verdad.
Esto se financia en Occidente con dinero proveniente del magnate George Soros, padre e hijo, a través de fundaciones de aparente inocencia. América Latina e incluso Argentina están perjudicadas por la tiranía de la mentira y la deformación de la realidad. Basta recorrer los canales de TV y las radios más importantes para darse cuenta.
Como lo dijo el maestro Kapuściński: “En una guerra, la primera víctima es la realidad.”