“Tienen todo en regla, pagan correctamente, pagan premios, los trabajadores no tienen quejas”, enumeró Simonetti. “No tienen trabajo en negro. Tenemos que cuidarlas”, expresó. El sindicalista dijo que la empresa, a pesar de la crisis, se comprometió a cuidar al personal.
La polémica se suscitó tras la audiencia que le permitió vender de manera minorista. “Queremos que se queden”, mencionó. El ejemplo contrario fue lo que sucedió con Diarco, que cerró dos locales y se fue en 2024 de la ciudad. Como resultado, se perdieron 40 puestos de trabajo. “Diarco, cuando se instaló en el centro, le hicieron una persecución terrible, la persiguieron hasta el último momento. Se perdieron 40 puestos”.
El CCISC presentó esta semana un formal descargo ante la Dirección de Comercio Interior de Entre Ríos, en el que detalla los “graves vicios de nulidad” de la audiencia llevada a cabo el pasado miércoles 5 de noviembre en relación con la habilitación de Maxiconsumo para ventas minoristas. “Consideramos que esta audiencia pública ha sido fallida desde su concepción, no ha cumplido con lo que indica la legislación vigente ni los criterios de razonabilidad que indican que la misma debe intentar asegurar la participación de la mayor cantidad de voces y no sólo de las que leen el boletín oficial o las pocas personas que aún consumen periodismo impreso en papel», expresaron.
No obstante, Simonetti dijo que el objetivo es que Maxiconsumo no venda de manera minorista. La vara no es la misma para todos. “Tenemos constancia de que hay grandes superficies que venden minorista pero el CCISC no hace problemas”, destacó. “Tenemos que recalcar que hay muchas pymes con trabajo en negro, con trabajo informal, con media jornada en blanco pero que trabajan 10 horas”, añadió.
En Concordia, el trabajo no registrado no es un fenómeno nuevo. “Siempre hemos tenido”, admitió. En este momento, estimó que un 35 o 40 % de los trabajadores de la ciudad de comercio están “en negro”. Lo atribuyó a la falta de controles. “Toman libremente pero no se generan puestos de trabajo registrados”. De esa forma, compiten con empresas con trabajadores registrados.
Simonetti remarcó que hay buenos empresarios locales pero también están los otros que dejan mucho que desear. “Nosotros lo sabemos, los conocemos. Los hacen trabajar 10 horas pero les pagan con recibo de media jornada”, dijo. En ese sentido, remarcó que hay supermercados donde se pagan sueldos de $ 600.000, $ 700.000 y $ 800.0000 en negro. Cuando, por convenio, un trabajador de comercio debería ingresar percibiendo más de 1 $ millón y esa cifra aumenta, dependiendo de la antigüedad.
Pero la situación de “mucha necesidad” es aprovechada por quienes contratan a “chicos jóvenes” y no los registran. “Los ves una semana o están un par de meses y después se van”, destacó.
Para Simonetti, el proyecto de reforma laboral que plantea el gobierno nacional no va subsanar nada. Por el contrario, sostuvo que lo que quieren hacer es precarizar más y que no haya control de nada. Pronosticó que los salarios irán a la baja, corren riesgo los convenios colectivos de trabajo. Por ejemplo, en el comercio, hay un ítem que es la asistencia que es gratificada por un 8 % extra. Si se quita el convenio vigente, los empleados cobrarán casi un 9 % menos.
“El empleador pone las condiciones. Si te enfermas, no te lo pago, cambian las vacaciones, cambian el sistema de las embarazadas”, dijo. Las embarazadas tienen derecho a protección laboral, incluyendo licencia de maternidad remunerada por 90 días y estabilidad laboral para evitar despidos.
Más adelante, dijo que por más que se flexibilicen las condiciones para contratar empleados, el verdadero problema es que las empresas no tienen ventas. “Están por el piso”, indicó. “Esto obedece a que la población no tiene recursos. No llega a fin de mes”.
Por último, mencionó que el grupo francés Carrefour, que tiene 700 locales en el país (dos de ellos en Concordia, un market y un hipermercado que emplean a 140 personas) estarían en las últimas instancias para la venta. «Los franceses vieron que lo que viene en el país es peor ya que nadie vende si tiene buen rédito”. “Ven que no les sirve quedarse”, dijo. Aunque aún no está confirmada la venta, se menciona que grupo de De Narváez (el empresario Francisco de Narváez compró las operaciones de Walmart en Argentina en 2020 a través de su empresa Grupo De Narváez, que ahora opera las tiendas bajo la marca Changomás) podría quedarse con la franquicia. Si se concreta, sería una paradoja ya que el local que funciona en la peatonal estaba en manos de De Narváez cuando funcionaba “Casa Tía”, luego adquirida por Carrefour, y podría volver a manos del empresario colombiano nacionalizado argentino.







1 comentario
ex empleada de comercio
Todos en concordia, sabemos que es una ciudad FENICIA, todo es plata, intereses personales, especulación, coimisiónes, sueldos en negro, y por supuesto, no competencia. Y votan a gobiernos, que hablan de libre mercado, cuánto tarado. Cuando vinieron los chinos fue lo mismo, y hasta un distribuidor de una multinacional, se oponía. Que mirada o visión tan corta, y un egoísmo materialista larguísimo. Por algo nos va tan mal a los Argentinos y nos gobiernan los peores y más ignorantes.