La noticia encendió las alarmas en Entre Ríos y Brasil, donde familiares y organizaciones sociales denuncian la detención como un “secuestro”. Por ahora, el único contacto posible es a través de abogados consulares, lo que incrementa la incertidumbre sobre su estado físico y anímico.
La flotilla, compuesta por unos 50 barcos y cerca de 500 activistas de distintas nacionalidades, había zarpado con el objetivo de romper el bloqueo sobre Gaza. Ninguno de sus integrantes portaba armas. “Fue un operativo contra una misión pacífica”, denuncian. El abordaje se produjo en aguas internacionales, lo que según los defensores de derechos humanos refuerza la ilegalidad del procedimiento.
Saharonim no es un destino casual. Según explicó el abogado israelí Gonen Ben Itzhak, la cárcel fue construida originalmente para alojar a inmigrantes africanos en situación irregular. Su ubicación, aislada y de difícil acceso, responde a una lógica “logística” que, en los hechos, refuerza el aislamiento de quienes son encerrados allí. Ben Itzhak reconoció que las condiciones del lugar no difieren demasiado del resto del sistema penitenciario israelí bajo la órbita del ministro Ben Gvir: “Deplorables”, sintetizó.
En Paraná, Cielo Kramer, la madre de Nicolás, manifestó en diálogo con Canal 9 Litoral: “Tengo la esperanza de que los envíen. Mandé una nota al Consulado porque quiero comunicarme con mi hijo. Quiero escucharle la voz”. Denuncia que el ejército israelí les hizo firmar un documento en el que declaraban haber ingresado ilegalmente a Israel, cuando en realidad nunca habían pisado su territorio. “Estaban en aguas internacionales. Es un atropello”, insistió.
“Estoy orgullosa y tranquila porque siempre se maneja con coherencia entre lo que piensa, lo que dice y lo que hace. Siempre resaltó la humanidad ante cualquier cosa”, subrayó Kramer, que no duda en calificar la situación en Gaza como un “genocidio” frente al cual el silencio de la comunidad internacional resulta intolerable: “Los gobiernos deberían secuestrar a Netanyahu, no a ellos. Es atroz cometer un genocidio como el que está cometiendo”.
Mientras tanto, Israel ya confirmó la deportación de cuatro ciudadanos italianos que formaban parte de la flotilla y todo indica que ese será el destino para el resto de los detenidos: expulsión a distintas capitales europeas, entre ellas Londres y Madrid. La madre del joven entrerriano se aferra a esa expectativa y dijo: “Quiero saber cuándo los van a expulsar”.