FAdeA –creada en 1927 como Fábrica Militar de Aviones– ha sobrevivido casi un siglo de vaivenes políticos y económicos. Actualmente, publicó el portal especializado ZonaMilitar.com, el propio vicepresidente a cargo de la empresa, Magnaghi, advirtió sobre una “crisis estructural sin precedentes, operativa y financiera”, que, de no revertirse, podría comprometer directamente al gobierno de Javier Milei.
Los números muestran la dimensión del deterioro: una deuda con la Fuerza Aérea que supera los $3.800 millones, compromisos impagos con proveedores nacionales e internacionales por unos US$ 20 millones, patrimonio neto negativo, liquidez operativa prácticamente nula, y más de 100 trabajadores que se desvincularon en los últimos meses. A esto se suma un Plan Preventivo de Crisis que redujo la semana laboral a tres días, estableció suspensiones rotativas, recortes salariales hasta el 28 de noviembre y dejó a la fábrica funcionando apenas al 30% de su capacidad.
Un auxilio presupuestario condicionado
El Presupuesto 2026 incluyó dos artículos clave para el futuro de FAdeA:
El Artículo 35 prevé un refuerzo de hasta $25.000 millones destinado a garantizar la continuidad operativa de la empresa. Pero la ayuda llega con una exigencia: los fondos solo se liberarán si la recaudación nacional de 2026 supera en un 1% la estimación oficial. Es decir, no hay garantía efectiva de que esos recursos finalmente se asignen.
El Artículo 37, por su parte, obliga al Ministerio de Defensa a presentar un Plan Plurianual de Recuperación 2026-2028, que incluya metas de producción, regularización de pasivos, cronograma de inversiones y continuidad de los convenios con la Fuerza Aérea.
Además, la cartera de Defensa deberá informar semestralmente al Congreso sobre el estado financiero de FAdeA, el avance de los proyectos y la ejecución del presupuesto.
Cómo impacta la crisis en la Fuerza Aérea Argentina
La situación de FAdeA repercute directamente sobre la operatividad de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) y compromete programas esenciales como:
1). IA-100 “Malvina” e IA-63 “Pampa”: Ambos proyectos –centrales para la formación de pilotos y la modernización de la flota– dependen de contratos firmes que hoy no existen o están retrasados. La falta de recursos, los pagos demorados y la parálisis de proveedores amenazan los cronogramas de producción, integración y entrega.
2) Formación de pilotos: FAdeA también tiene a cargo el soporte operativo de los Grob 120TP, aeronaves claves para la instrucción inicial. La falta de pagos afecta la disponibilidad de aviones y ralentiza el entrenamiento de nuevos pilotos militares.
3. Menor capacidad de vigilancia y defensa aérea. El programa Pampa, fundamental para el control del espacio aéreo y la vigilancia de vuelos irregulares, atraviesa demoras en mantenimiento y escasez de repuestos. Esto provoca:
– Menor disponibilidad de aeronaves.
– Dificultades para la transición de pilotos a sistemas avanzados.
– Brechas operativas en el Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aeroespacial (SINVICA).
4. Riesgo para la alianza con Embraer: FAdeA produce partes del KC-390, el avión de transporte militar de Embraer. La inestabilidad financiera y la caída de la actividad ponen en peligro esta cooperación estratégica con Brasil.
5. Mantenimientos de los Hércules C-130: Los Hércules son imprescindibles para la logística militar, las campañas antárticas, el transporte estratégico y las operaciones relacionadas con el ingreso del material para el programa F-16.
El retraso en los trabajos podría afectar seriamente la Campaña Antártica 2025-2026 y otras operaciones críticas del país.
6. Riesgo de perder certificaciones internacionales: La baja actividad y la falta de auditorías amenazan certificaciones técnicas esenciales para el mantenimiento de aeronaves comerciales, contratos con clientes civiles y militares y homologaciones internacionales difíciles y costosas de recuperar.-

Impacto en proveedores y en la industria aeronáutica
La crisis de FAdeA también golpea a decenas de pymes proveedoras que dependen de sus contratos. Con pagos demorados y producción en baja, muchas están al borde del colapso, lo que afecta a la cadena aeronáutica nacional y a más de 800 trabajadores vinculados al sector.
Conclusión
FAdeA no enfrenta una dificultad momentánea, sino un deterioro estructural que afecta la operatividad de la Fuerza Aérea, los compromisos con socios internacionales, la industria aeronáutica nacional, la aviación civil y la red de proveedores que sostiene la producción.
La empresa llegó a este punto tras meses de recortes, endeudamiento, paralización de proyectos y la ausencia de una política de Estado para el desarrollo de la industria de la Defensa.
El futuro inmediato dependerá de decisiones políticas urgentes y de la voluntad del gobierno nacional para evitar que la Argentina pierda una pieza estratégica de su soberanía tecnológica.







