El diputado Cristian Adrián Ritondo, una de las principales figuras del PRO, y su esposa, Romina Diago, enfrentan una investigación judicial por presunto enriquecimiento ilícito y lavado de activos, una causa que se abrió a fines de 2024 y que hoy continúa su curso en el Juzgado Criminal y Correccional Federal N.º 2, a cargo del juez Sebastián Ramos, con la intervención del fiscal Eduardo Taiano.
La denuncia original, que se presentó en diciembre de 2024, señaló que Ritondo habría desarrollado, a través de su empresa Emprendimientos Rivadavia S.A., 14 proyectos inmobiliarios valuados en más de 55 millones de dólares. Los desarrollos, bajo el nombre de “Solares de Donato”, se extienden por distintos barrios de la Ciudad de Buenos Aires, con más de 370 unidades funcionales en total.
El esquema inmobiliario
El esquema de negocios se basó en la adquisición de terrenos en zonas estratégicas, aprobación exprés de proyectos por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, construcción a cargo de Emprendimientos Rivadavia y venta de las unidades a través de la inmobiliaria Pablo Fontana Propiedades, de Villa Devoto.
Por ejemplo, en “Solares de Donato IX”, ubicado en Escalada 228 (CABA), una unidad en planta baja se comercializa por US$ 160.000, mientras que la más económica ronda los US$ 132.000. Según el mismo informe, Ritondo mantiene una deuda con el Banco Ciudad por más de $315 millones, aunque en su declaración jurada declaró un capital muy inferior al que reflejan sus inversiones.
La expansión a la costa y al exterior
El negocio inmobiliario no se detuvo en Buenos Aires. En Pinamar, el diputado y su empresa desarrollaron nuevos proyectos, entre ellos el edificio de seis pisos en Avenida Constitución 858, reconvertido en otro “Solares de Donato”, y varios lotes en el exclusivo Country La Herradura, donde las parcelas más costosas alcanzan los US$ 750.000.
También se detectaron propiedades en Pinamar Norte, en Boulevard Darwin 698, a metros del mar, vinculadas a la misma firma. Allí, según denunció el medio, se habrían talado pinares para levantar desarrollos de lujo, con la connivencia de funcionarios del entonces gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli.
Pero los negocios traspasan fronteras. Desde 2018, Ritondo declaró vínculos financieros con Ardax S.A., una empresa uruguaya con proyectos en el exclusivo barrio Reserva Montoya, entre La Barra y Manantiales, en Punta del Este. Los lotes de ese desarrollo, con vista a la Laguna Blanca, se comercializan entre US$ 240.000 y US$ 640.000, valores que tampoco se condicen con los montos declarados por el diputado en su patrimonio.
Avances judiciales recientes
Lejos de archivarse, la causa avanzó durante 2025. En julio, la Justicia confirmó la existencia de cuentas bancarias y financieras a nombre de Ritondo, su pareja y Emprendimientos Rivadavia S.A., tanto en la Argentina como en el exterior. La Unidad de Información Financiera (UIF) remitió además documentación sobre movimientos de dinero vinculados a la empresa Ardax S.A. en Uruguay.
En febrero de este año, Ritondo evitó responder públicamente sobre las sospechas en su contra, y su entorno se limitó a negar “operaciones políticas” detrás de la denuncia. Sin embargo, la causa CFP 5212/2024 continúa activa, con oficios a bancos, registros de propiedad y organismos de control.
La diputada Mónica Frade, una de las impulsoras de la denuncia, amplió en diciembre pasado la presentación ante la UIF, señalando inconsistencias patrimoniales y presuntas maniobras de lavado a través de sociedades interpuestas.
El silencio y la política
Ritondo, que suena como posible articulador del PRO en la futura composición legislativa, no ha dado explicaciones convincentes sobre el origen de su fortuna. Su empresa, mientras tanto, sigue figurando como titular de activos por millones de dólares, mientras que su declaración jurada apenas reconoce el 67% de las acciones de Emprendimientos Rivadavia por poco más de $1.100 millones, y otro 16% por herencia, equivalentes a 1,4 millones de dólares, muy por debajo de las cifras bajo investigación.
La trama de sociedades, lotes y desarrollos millonarios, que comenzó con un nombre casi familiar —“Solares de Donato”, en homenaje a su padre—, hoy se encuentra bajo el ojo de la Justicia Federal.
Y mientras la causa avanza, el diputado Cristian Adrián Ritondo, uno de los halcones del macrismo, enfrenta el desafío de explicar cómo su carrera política y empresarial lograron fundirse hasta levantar un patrimonio de cemento y sospechas.
Fuente: El Disenso, El Diario AR, iProfesional, El Editor Platense, Radio UNR.






