“Hay que ser muy estrictos”: Gesualdi explicó por qué no alcanza con pagar la multa para retirar un caballo

El responsable de Veterinaria negó que haya secuestrado animales del interior de una vivienda. Solo lo podría hacer si hay una orden de allanamiento que haya impartido un fiscal. “Si lo hacemos, es por orden de un fiscal por un caso de maltrato animal”, indicó. Gesualdi se basó en la ley nacional N° 14.346 de maltrato animal. Y aseguró que han recibido denuncias por maltrato de caballos, o han actuado por orden de un fiscal, y han procedido a la requisa del animal con la orden judicial.

En cuanto a los animales sueltos, dijo que el 80 % de los operativos son por ese motivo. Y recordó que existe una ordenanza que establece la prohibición de tener equinos sueltos en la vía pública. “Puede generar accidentes. Es un animal de 400 o 500 kilos que puede generar un accidente con consecuencias graves a las personas, independientemente de lo material”, dijo.

A su vez, remarcó que han tenido denuncias de un caballo suelto que ha pateado a un chico que terminó internado. Eso sucedió en la plaza del Cañaveral de Rívoli, zona oeste de la ciudad. Y, por ese motivo, fue demandada la municipalidad.

El procedimiento usual consiste en comunicarse desde Veterinaria con la comisaría que tenga jurisdicción en la zona donde está suelto el animal. “Comisaría se presenta y retiene al equino. Vamos con el tráiler y lo traemos acá, al Centro Ecuestre”.

Respecto de TAS, mencionó que solo se permite la circulación de carros en un radio alejado de la zona céntrico. Pero, cuando ingresan, están cometiendo una infracción. “Es el mismo procedimiento. La Policía lo retiene, nos avisa a nosotros. Nosotros vamos, montamos el operativo y lo traemos al Centro Ecuestre”, alegó.

Más adelante, dijo que las actas las labra la Dirección de Prevención y Seguridad Ciudadana y las envía al Juzgado de Faltas. Gesualdi dijo que la Dirección de Veterinaria no tiene responsabilidad sobre el labrado de las mismas. Y negó que haya habido casos en que no se entregue la misma. “Se entrega”, dijo. Salvo en el caso de encontrar animales sueltos. “No hay ninguna persona que esté ahí”.

El responsable de la Dirección de Veterinaria dijo que, para que una persona pueda retirar del Centro Ecuestre un animal, debe acreditar la “propiedad legal” del mismo. “Cuando se presentan acá reclamando un caballo, no sabemos de verdad si es el propietario”, dijo. Por ello, le entregan una hoja donde se establece cómo proceder. Pero remarcó que una cuestión es pagar la multa y otra acreditar la propiedad del caballo. “Son dos cosas completamente diferentes”, sostuvo. Por ello, dijo que abonar en el Juzgado de Faltas no implica necesariamente que se le vaya a entregar el equino.

Gesualdi dijo que puede suceder el caso de una persona que pague la multa, retire el caballo, pero después venga otra que reclame legítimamente el animal. “Yo no sé quién es el propietario, no lo conozco, solo tengo un protocolo para actuar y nada más”. Y el protocolo se basa en una ley nacional que señala que el ganado mayor debe estar marcado a fuego con una marca registrada.

Cada provincia puede modificar la forma de acreditar. En Entre Ríos, el dueño del caballo debe ir a ATER (Administradora Tributaria Entre Ríos), bajar y llenar un formulario digital (ya no es más presencial) y diseñar un dibujo que no lo posea otra persona. Pero esa persona previamente debe contar con un número de CUIT y de Renspa (Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios), un registro que depende del Senasa.

El veterinario dijo que es un sector donde hay mucha informalidad y “picardía”. Por ejemplo, un animal que tiene una marca de fuego puede ser robado y se le hace otra marca. Y así sucesivamente. Hubo casos de caballos que tenían hasta cinco marcas diferentes. “Les explicamos con mucha paciencia. Les damos las hojas con los requisitos porque queremos librar al municipio de cualquier inconveniente”. También diferenció a los propietarios de los tenedores (quienes cuidan los animales y les dan de comer) porque, ante un hipotético caso de un accidente vial, el responsable es el propietario y no el tenedor.

Al mismo tiempo, Gesualdi dijo que es un sector muy informal pero en su trabajo debe manejarse con formalidad y trabajar con seriedad. “Nuestra función, como funcionarios públicos, es hacer respetar las leyes”, dijo. Por ello, negó que mostrar una foto pueda acreditar propiedad. Si fuese de esa manera, cualquier persona podría andar sacando fotos a los caballos que le gusten y, de esa forma, pasarían a ser suyos. “Hay que ser muy estrictos al momento de entregar un bien a una persona que no acredita la propiedad”.

Gesualdi dijo que el Centro Ecuestre tiene custodia policial las 24 horas porque les han robado caballos “a punta de pistola”. En ese lugar, cada animal que es retenido y trasladado le cuesta al municipio cerca de $10.000 por día en concepto de alimentación, control sanitario (se analiza la presencia de una enfermedad llamada anemia infecciosa equina), cuidado, custodia policial. Si nadie se presenta o si alguien llega hasta allí pero no puede comprobar que es el dueño, a los 10 días hábiles (tres semanas) se entrega el animal en adopción. Hay un registro de adoptantes para ese fin.

Por último, dijo que la ordenanza que amplió el radio fue informada debidamente y “lo sabe todo el mundo”. “Seguramente la parte de señalética lo tiene en agenda y se ha retrasado”. Y recomendó a las personas que circulan en carros “que se informen” por dónde pueden desplazarse y por dónde no.

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