El Estadio Municipal de Fútbol de Concordia se gestiona en un limbo administrativo que levanta suspicacias de todo tipo

Según el decreto 471/2024, que establece la estructura orgánica y funcional de la Secretaría de Desarrollo Humano, la Subsecretaría de Deportes tiene a su cargo el estadio único «Ciudad de Concordia». En el artículo 38 de este decreto se crea el Departamento Administrativo Polideportivo Municipal y Estadio Único, encargado de la interrelación con instituciones gubernamentales y no gubernamentales, clubes, asociaciones y federaciones. Sin embargo, no se han desarrollado normativas específicas que regulen el funcionamiento del estadio.

El decreto 475/2024 que define las designaciones en la Secretaría de Desarrollo Humano, a cargo del funcionario Sebastián Arístide, nombra a César José Denis, conocido como «Patita» en el ambiente futbolero, como jefe del Departamento Administrativo del Polideportivo y Estadio Único. Más allá de la creación del departamento y la designación, no se ha avanzado en la elaboración de una normativa que reglamente y ordene el funcionamiento del estadio.

Esta situación levanta suspicacias sobre la transparencia de recursos y hacia dónde debe orientarse la gestión.

El estadio es utilizado para partidos de la Liga Concordiense de fútbol, torneos infanto-juveniles, algunos partidos de particulares y entrenamientos de árbitros. Además, funciona una cantina administrada por personal de la Subsecretaría de Deportes, según explicó a este medio Ivana Pérez.

Dicha cantina expende alimentos y bebidas sin ticket fiscal ni recibo alguno y recibe la mercadería a consignación de parte de las distribuidoras. «Vos viste lo que es la cantina, hay 4 ó 5 cositas, algo de bebida y alguna variedad de galletitas. No hay presupuesto y lo poco que entra se utiliza para el mantenimiento del estadio», explicó Pérez.

Patita Denis, un histórico referente del futbol concordiense reconoció esta situación – como mínimo anómala- a DIARIOJUNIO. Señaló la falta de un ente administrador y recaudador, y la inexistencia de fondos propios de la Subsecretaría de Deportes que depende de Desarrollo Humano. «El estadio está a cargo de Deportes, pero no hay financiamiento. Todo el mantenimiento del estadio se hace a pulmón, con donaciones de los clubes, de la Liga, tanto para pintar la cancha, arreglar baños, comprar elementos de limpieza, el pasto lo corto yo. Obviamente que no es una situación cómoda y hace que mucha gente hable sin conocer como es la situación. Uno hace las cosas porque ama el fútbol de Concordia. Cuando el intendente Azcué me convocó yo le planteé si quería un estadio bonito, con un campo de juego inmaculado, o si quería ayudar a los clubes de fútbol de la ciudad que no tienen estadios o que padecen las inundaciones. Se optó por la segunda alternativa sin importar que la cancha quede pelada, hubo fines de semanas que hemos llegado a tener hasta 5 partidos de la Liga, entre sábados y domingos, todos los equipos han jugado en esta cancha, como local o visitante, los partidos de alto riesgo se juegan en el estadio único, lo que descomprime y alivia el trabajo de la policía, la gente puede ver los partidos con mayor comodidad y más segura.»

Denis también reconoció lo que una fuente de la Liga había explicado a este medio, los arreglos son de palabra, la Liga Concordiense de Fútbol no paga alquiler sino que le cede las plateas y la cantina a la administración del estadio, mientras que la venta y recaudación de las entradas populares son para el club que oficia como local. Todo de palabra, sin ticket fiscal, sin facturas, ni rendiciones, entregando un papelito numerado a quienes abonan su entrada.

En relación con la logística de los partidos, la Liga Concordiense de Fútbol se encarga de contratar la policía, la seguridad privada y la ambulancia. «Cuando hay partido, la Liga se encarga de todo, impresión de entradas, arbitraje, ambulancia, seguridad. Y después le deja al estadio el cobro de las plateas y la cantina. Las entradas populares las cobran los clubes que hacen de local», explicaron.

Por otro lado, La liga también hace donaciones para el mantenimiento del estadio, elementos de trabajo y pintura para la cancha que se compra a nombre de la Liga y se le hace entrega al Estadio sin ningún registro oficial, ningún tipo de comprobante ni acta alguna ni conformidad mediante.

«La Liga no tiene nada que ver con el estadio. Podemos venir para jugar todo lo que vos quieras, pero no nos pertenece el estadio, le pertenece a la municipalidad. Entonces, como el ‘Pata’ tiene buena relación con la Liga, se empezaron a programar partidos de la Liga en el estadio», señaló una fuente a este medio.

Una de los señalamientos más graves es que se cobra por la cancha a particulares sin que exista un mecanismo administrativo desde la orgánica para hacerlo.

Sobre ese punto, «Patita» Denis negó que la cancha se alquile y aseguró que la utilización de la cancha por parte de instituciones, particulares, etc, se hace a modo de préstamo, por lo que no se cobra, que la cancha se pide y se ve si está disponible. Sí reconoció que a cambio del préstamo, los usuarios suelen hacer colaboraciones para ayudar a mantener el estadio.

Según Denis, esta situación no los beneficia porque impide que se le pueda sacar mejor provecho económico a las instalaciones, y hacer una gestión auto sustentable, como podría serlo por el alquiler para torneos, competencias o espectáculos. Aclarando que el recital del músico Andrés Calamaro, anunciado para noviembre próximo, es un arreglo que hicieron los organizadores del evento con la municipalidad.

Lo cierto es que no son pocos los que han puesto la mirada en este funcionamiento poco claro del Estadio Único de Concordia, señalando que se asemeja un «club de amigos».

Pero evitando caer en acusaciones, ante la falta de toda evidencia documental que las amerite, por más buenas intenciones, voluntarismo y buena fe que puedan tener los responsables del estadio, no deja de ser una situación delicada que levanta suspicacias al tratarse de un bien público que se maneja con una discrecionalidad sujeta a la buena fe y voluntad de los funcionarios. Esta situación fue admitida por la subsecretaria Ivana Pérez y César «Patita» Denis, quienes reconocieron que no ignoran «lo que se dice por ahí.»

La falta de una ordenanza o un estatuto que regule el funcionamiento del estadio ha decantando en este manejo administrativo precario, sin registros fiscales claros y con donaciones no contabilizadas oficialmente.

Una situación que exige una pronta solución por parte del ejecutivo municipal y sus concejales; además de una definición política sobre qué uso y finalidad va a tener el estadio «Ciudad de Concordia», para garantizar la transparencia y la adecuada gestión.