La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de México comenzó este 1 de septiembre una etapa inédita en su historia: por primera vez, sus nueve integrantes fueron elegidos por voto popular en los comicios del 2 de junio pasado, un proceso impulsado por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y continuado por la actual mandataria, Claudia Sheinbaum.
La instalación del nuevo tribunal marca varios hitos. Por un lado, la democratización del Poder Judicial mediante el sufragio directo, en un intento de devolverle legitimidad a una institución desacreditada por prácticas de nepotismo, clasismo y corrupción. Por otro, la llegada al máximo tribunal de un presidente indígena: Hugo Aguilar Ortiz, abogado mixteco de 52 años, ex asesor del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y defensor de derechos humanos, quien se convierte en el primer indígena en encabezar la Corte desde Benito Juárez en 1857.
Además, la integración de la SCJN tendrá mayoría femenina: cinco juezas (Lenia Batres Guadarrama, Yasmín Esquivel Mossa, Loretta Ortiz Ahlf, María Estela Ríos González y Sara Irene Herrerías Guerra) frente a cuatro magistrados (Aguilar Ortiz, Giovanni Azael Figueroa Mejía, Irving Espinosa Betanzo y Rodrigo Aristides Guerrero García).
El proceso, sin embargo, no estuvo exento de polémicas. Sectores de la oposición cuestionaron la reforma judicial, alegando que la nueva Corte podría convertirse en un instrumento del oficialismo de Morena. En contraste, López Obrador y Sheinbaum defendieron la elección como un paso fundamental para “democratizar” y transparentar el sistema judicial.
Entre los perfiles destacados, además de Aguilar Ortiz, sobresale el de Lenia Batres Guadarrama, de 56 años, proveniente de una familia con amplia trayectoria política en la izquierda mexicana: su hermano Martí ha sido diputado, senador, jefe de Gobierno y miembro del gabinete de Sheinbaum, mientras que su hermana Valentina ocupa una banca en la Cámara de Diputados desde 2018.
Con estas novedades, la SCJN inicia un capítulo histórico, cargado de expectativas sobre si este modelo de elección ciudadana será capaz de transformar, de manera efectiva, al cuestionado Poder Judicial mexicano.
1 comentario
Leticia
Ojalá, llegue ese día para la Argentina, donde el pueblo, con el voto popular elija al poder judicial, así se va a terminar la corrupción judicial que vivimos hace años. Y que sum mandato sea igual que el de los otros poderes: CUATRO AÑOS ¡¡¡Felicitaciones México!!!