Entre los rubros con mayores incrementos se destacó Comunicación, que lideró el mes con un aumento del 4,1%, tras varios meses de subas más moderadas. El salto estuvo impulsado por actualizaciones tarifarias en servicios de telefonía móvil, internet y televisión por cable, que rondaron el 4,5% según la empresa y el servicio. En comparación interanual, este rubro acumula una suba del 47,2%, por encima del promedio general.

Otros sectores con aumentos importantes fueron Restaurantes y hoteles (3,0%), Salud (2,7%) —con subas en prepagas, medicamentos y precios PAMI—, y Bienes y servicios varios (2,6%), donde se destacan incrementos en artículos de higiene personal. Vivienda, agua, electricidad y gas mostró una suba del 2,4%, atenuada por decisiones oficiales como el topeo al incremento de las tarifas de agua, que sólo subieron un 1% a pesar del esquema de actualización mensual vigente.

Por debajo del promedio general se ubicaron rubros como Educación (1,9%), Recreación y cultura (1,7%) y Equipamiento y mantenimiento del hogar (1,4%), este último aún por debajo del ritmo inflacionario interanual, con un 27,0%.

Uno de los datos más destacados fue la moderación de los precios en Prendas de vestir y calzado, que subieron apenas un 0,9%, tras haber aumentado 3,8% el mes anterior.

Pero la verdadera sorpresa fue Alimentos y bebidas, que desaceleró fuertemente con una suba de apenas 0,5%. Se trata del menor aumento mensual en el rubro desde fines de 2021. La caída de precios en frutas (-7,3%) y verduras (-16,9%), sumada al congelamiento de la carne en el mercado mayorista y una política monetaria orientada a contener el tipo de cambio, explican en parte esta evolución. En términos interanuales, el rubro acumula un alza del 35,5%, también por debajo del promedio general.

El nuevo escenario inflacionario se explica, según analistas, por una combinación de factores: apreciación del tipo de cambio, congelamiento o control de tarifas clave, caída del consumo, topeo salarial y un endurecimiento de las condiciones monetarias para sostener el esquema de “carry trade”. Sin embargo, varios especialistas advierten que parte de la baja puede tener un carácter transitorio.

Con un primer semestre que cerraría con inflación acumulada inferior al 10%, el Gobierno apuesta a consolidar la tendencia. Pero el desafío será sostenerla cuando comiencen a liberarse precios pisados, y si repunta la actividad económica. Mientras tanto, el dato de mayo marca un alivio relativo para los bolsillos, aunque con una recuperación del poder adquisitivo todavía lejana.

Fuente: Con información de CEPA