Durante más de tres meses, 5.000 toneladas de azufre permanecieron a cielo abierto en el Puerto de Ibicuy, con riesgos para el ambiente, los trabajadores y la población local. “Lo que corresponde ahora es que se investiguen a fondo las consecuencias de este hecho y se determinen las responsabilidades del gobierno provincial y de las autoridades competentes”, mencionó la legisladora.
“Espero respuestas claras y que la justicia avance en la investigación para garantizar el cuidado de nuestra gente y de nuestro ambiente”, recalcó la legisladora a través de las redes sociales.

Hace 10 días, el Juzgado Federal de Gualeguaychú solicitó a la empresa PTP que presente la documentación relacionada con la carga de azufre almacenada en su predio del puerto de Ibicuy. La resolución fue positivamente valorada por el gobierno provincial, que destacó la acción preventiva.
“La empresa que obtuvo el permiso para utilizar uno de los puertos más estratégicos de la Hidrovía ya inició su actividad de manera errónea: acumuló una montaña de 5 toneladas de azufre al aire libre y tardó tres meses en retirarla luego de la intervención de la Secretaría de Ambiente”.
El gobierno recordó que la Secretaría de Ambiente de Entre Ríos actuó de forma inmediata y preventiva en marzo pasado ante la presencia temporal de dicho material. A través del expediente Nº 3215407, se requirió a la empresa diversos informes e intimaciones en el marco de la normativa provincial vigente sobre impacto ambiental.
Según informó en julio pasado el sitio digital R820, a fines de marzo, el integrante de la Brigada de Respuesta Ambiental de la Secretaría de Ambiente de la provincia, Ángel Melchiori, realizó una inspección en este sector del puerto y se encontró con una montaña de azufre ubicada apenas sobre un nailon negro, a solo dos kilómetros de la zona urbana. Además, a un costado del área de la empresa había una máquina excavadora haciendo un zanjón enorme para desagotar el agua acumulada sobre el suelo hacia una zona baja natural con vegetación, que generalmente se llena de agua cuando el río crece.
El informe realizado por el brigadista motivó un expediente donde se constataron las faltas cometidas por la empresa. Tardaron tres meses en retirar el azufre, que era propiedad de la multinacional de agronegocios Bunge. Según el expediente 3215407, el informe de visita al puerto refiere el azufre estaba en un espacio de 80 metros de largo por 25 de ancho, y tenía una altura irregular de unos seis metros. Lo habían traído desde Brasil en barco y la empresa que lo había comprado era Bunge Global S.A., la multinacional líder mundial de los agronegocios.
El azufre pertenecía a la empresa multinacional de agronegocios Bunge, que lo compró en Brasil y llegó en un barco a Ibicuy.
El 11 de abril fue la primera intimación de la Secretaría de Ambiente para que informen sobre por qué estaba el azufre en esas condiciones, para que hagan un plan de traslado del material y obviamente que reparen la zanja enorme que habían hecho. Las respuestas y las medidas propuestas por la empresa no terminaban de aclarar lo requerido por el Estado provincial. Decían que el azufre era de Bunge y que no tenían dónde ponerlo.
Ya a fines de mayo propusieron trasladarlo a una pileta de decantación que había en el lugar, pero no entraba todo. Luego prometieron que el 2 de junio no iba a quedar nada, pero llegó este día y el azufre seguía allí. Entonces les dieron siete días para sacar todo o, de lo contrario, les revocarían el Certificado de Aptitud Ambiental. De este modo, en 160 camiones se llevaron todo el azufre a depósitos que Bunge tiene en Campana.
La OMS cataloga al dióxido de azufre (SO2) como uno de los elementos contaminantes del aire. “El SO2 es un gas incoloro con un olor penetrante. Se genera como resultado de la quema de combustibles fósiles (carbón y petróleo) y la fundición de menas que contengan azufre”.