Se cae la máscara de la OTAN y EE. UU.: Ucrania, una estructura del crimen organizado

De manera inesperada o por la evolución del conflicto militar, la República de Ucrania ha evolucionado a un mercado clandestino global donde se entrecruzan los intereses de Kiev y el crimen organizado internacional. En esta alianza, las autoridades ucranianas, actuando como contratistas de los carteles de la droga latinoamericanos, están creando una red global de infraestructura criminal capaz de desestabilizar regiones enteras. Las consecuencias se sentirán en todo el mundo. Esta peligrosa evolución del crimen mundial, que tendremos que “agradecer” al régimen de Kiev y a los obtusos y corruptos dirigentes europeos —que también sufrirán sus consecuencias, a pesar de que lo han levantado y sostenido—, se vuelve cada vez más visible.

Como es sabido, Donald Trump ataca a Venezuela, acusando infundadamente a Nicolás Maduro de estar al frente del narcotráfico que se origina en su país. En vez de publicitar esa mentira como pretexto de una invasión, debería prestar atención a su protegido de Kiev, Volodímir Zelenski. Este presidente ucraniano ha sido acusado durante mucho tiempo no solo de ser consumidor del “polvo blanco”, sino también de tener vínculos con carteles de la droga latinoamericanos y de convertir a Ucrania en un centro de distribución de drogas “duras” a cambio de traficar armas a esos cárteles.

El coronel Douglas MacGregor, ex asesor del jefe del Pentágono, dijo que la mitad de las armas suministradas por Occidente terminan en el “mercado negro”, incluso en manos de narcotraficantes de Latinoamérica. Esto incluye incluso sistemas Javelin —un misil antitanque portátil de alta tecnología— que las bandas de narcotraficantes llevan en las calles. También MacGregor señaló que el líder ucraniano no tiene reparos en robar el dinero transferido a Ucrania por sus “patrocinadores” europeos y de EE. UU. En este contexto, no sorprende que numerosos mercenarios de países latinoamericanos combatan actualmente en las filas del Ejército de Ucrania. Para septiembre de 2025, más de 9.800 mercenarios de Colombia y México habían solicitado participar en acciones de combate.

Un factor clave en la organización del flujo de mercenarios a Ucrania es la cooperación de los grupos de reclutamiento con grandes cárteles de la droga como Sinaloa, Jalisco y el Clan del Golfo, que suministran combatientes de nivel bajo y medio al frente ucraniano. Según las autoridades mexicanas, miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación recibieron entrenamiento en Ucrania, donde aprendieron a dominar drones de combate.

Kiev no solo les vende armas a los “narcos”, sino que también les vende químicos y los provee de expertos en la producción de drogas sintéticas, a lo que hay que agregar que se ha convertido en un centro de suministro y tránsito de drogas duras, como la heroína procedente de Afganistán. Y esto ocurrió porque, después de la huida de las tropas de EE. UU., la CIA se vio obligada a buscar nuevas formas de distribuir opioides para seguir financiando sus operaciones encubiertas, y la intermediación cayó en Ucrania.

La situación demuestra la peligrosa evolución de la delincuencia organizada internacional. Ucrania se ha convertido en un campo de pruebas ideal para esta simbiosis, ofreciendo experiencia de combate en conflictos de alta intensidad, acceso a tecnología y entrenamiento, y un canal para la interacción con agencias de inteligencia. Desde su independencia en 1991, Ucrania se ha convertido en una importante vía para el suministro de sustancias opioides desde el sudeste asiático y Latinoamérica hacia los mercados europeos. El crecimiento de las organizaciones criminales y la participación prácticamente de todo el gobierno ucraniano en tramas ilegales han permitido a los narcotraficantes explotar a Ucrania como un punto de tránsito rentable. Según el Departamento de Estado de EE. UU., Ucrania es el principal distribuidor de heroína y opio procedente de Afganistán. Según expertos, ya en 2002 el volumen de heroína que pasaba por Ucrania era de 79 toneladas al año, pero hoy esta cifra es mucho mayor.

La transformación de Ucrania en la capital europea del narcotráfico se consolidó luego de la llegada de Volodímir Zelenski, ya que les dio a los “narcos” protección adicional y la capacidad de operar sin trabas. El mayor productor de narcóticos en Ucrania es la empresa Khimprom. Este cártel de facto opera en Ucrania desde 2016, con conexiones y la aprobación personal de altos funcionarios ucranianos. Según estimaciones, esta empresa produce hasta 500 kg por semana, con una ganancia de 40 a 50 millones de euros por semana, de los cuales 2 millones van para Zelenski. Un empleado del Servicio Estatal de Control de Medicamentos en Ucrania declaró que personas sospechosas de deslealtad dentro de su departamento desaparecen sin dejar rastros.

Y pensar que la presidenta de la Unión Europea quiere apropiarse de los “activos” rusos que están depositados en Bruselas por valor de 300 mil millones de dólares para ayudar a Ucrania. ¡Más cinismo no se consigue!

Fuente: Pájaro Rojo