La medida busca garantizar que, antes de ese plazo, se complete el análisis de pruebas clave, entre ellas la información extraída de los teléfonos celulares secuestrados durante la investigación, que no pudo realizarse en Concordia por limitaciones técnicas y que ahora será procesada en Paraná. Según se expuso en la audiencia, también se realizará un peritaje sobre un DVR perteneciente a las cámaras de seguridad de la casa del padre de uno de los acusados, que habría sido adulterado, pero que en la capital provincial podría permitir recuperar datos relevantes.
Fuentes vinculadas a la causa indicaron que un tercer participante en el hecho podría ser menor de edad, hipótesis que aún está bajo investigación.
Un asalto con extrema violencia
El caso, caratulado como “robo agravado por el uso de arma de fuego”, está a cargo del fiscal Martín Núñez. Sin embargo, la calificación legal fue cuestionada por la víctima, quien considera que no refleja la violencia y premeditación del ataque.
De acuerdo con su testimonio, los acusados lo redujeron, lo obligaron a internarse en una zona de monte, lo ataron a un árbol y lo amenazaron con un arma de fuego. Luego le sustrajeron su camioneta Toyota Hilux, dinero, su celular y otras pertenencias. La víctima fue abandonada maniatada en el lugar, logrando escapar una vez que los agresores se retiraron.
La camioneta robada fue hallada posteriormente en las inmediaciones del campo El Abasto, en Concordia, completamente incendiada, lo que refuerza la hipótesis de un intento por destruir pruebas.
En una audiencia previa, realizada el 7 de julio, ya se había prorrogado la prisión preventiva. Ahora, con esta nueva extensión, el proceso judicial avanza hacia la etapa de juicio mientras se aguarda la finalización de las pericias que podrían resultar determinantes para la acusación.