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El dólar en bandas del AMBA y el abandono estatal destruyen la fruta del interior: productores en crisis mientras en Buenos Aires hacen campaña
Mientras en Buenos Aires el dólar en bandas busca contener precios, en el interior entrerriano las economías regionales se asfixian. La citricultura, motor histórico de Concordia, se desploma por décadas de políticas erráticas y falta de un plan productivo. Sin estrategias de largo plazo ni compensaciones que equilibren la desigualdad cambiaria, la capital del citrus se queda sin quintas, sin trabajo y sin futuro.

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Por José A. Scheifler (*)

Hubo un tiempo en que caminar por una verdulería en Concordia y encontrarse con mandarinas campeonas no era una rareza. Era parte de la rutina y del orgullo local. La calidad de nuestra fruta no era una anécdota, era una bandera. Los empaques trabajaban a toda máquina, las rutas se llenaban de camiones cargados rumbo a mercados y puertos, y miles de familias vivían del citrus directa o indirectamente.

Según la Asociación de Citricultores de Concordia, los primeros naranjos llegaron a la región de la mano de los jesuitas y, hacia fines del siglo XIX, ya existían plantaciones reconocidas impulsadas por familias pioneras como la de Augusto Niez. La Federación del Citrus señala que, durante la segunda mitad del siglo XX, la actividad vivió su auge gracias a créditos blandos, asistencia técnica del INTA y organismos regulatorios provinciales. En ese momento, Concordia concentraba cerca de 30.000 hectáreas productivas y una cadena integrada que iba del vivero al puerto, multiplicando empleo y riqueza local.

El quiebre llegó a mediados de la década de 1990. Las heladas, la apertura indiscriminada de importaciones y las crisis financieras golpearon la rentabilidad. A esto se sumó la falta de políticas estables, acelerando el abandono de quintas. Mientras Concordia retrocedía, Federación crecía: en 2004 tenía 27.409 hectáreas plantadas frente a 13.790 de Concordia, y en 2023 concentraba el 80,7 % de la superficie citrícola provincial frente al 18,9 % de Concordia, según el relevamiento presentado en el X Congreso Argentino de Citricultura.

En Los Charrúas, los números son más duros; de 1.600 hectáreas de citrus hace dos décadas, hoy quedan apenas 460. El gobierno provincial detalla que la tierra no quedó improductiva; pasó a monocultivo forestal, principalmente eucaliptos. Este sector ocupa más del 9 % de las exportaciones entrerrianas y genera más de 100 millones de dólares anuales, pero requiere una fracción de la mano de obra que demanda el citrus y exporta sin procesar, según datos oficiales.

La Bolsa de Comercio de Rosario describe que el “dólar en bandas” es un tipo de cambio oficial que se ajusta siempre por debajo de la inflación. Esto ayuda a contener precios en el AMBA y abarata importaciones, pero recorta los ingresos de quienes exportan, que cobran en dólares cada vez más devaluados. Para el productor citrícola, eso significa vender por debajo del costo, acumular deudas y abandonar quintas. Sin tipo de cambio diferencial ni políticas compensatorias —como beneficios fiscales, créditos blandos o infraestructura logística—, la actividad no resiste.

A una estructura debilitada por décadas de abandono, se suma un gobierno provincial que, lejos de revertir el proceso, lo agrava. Rogelio Frigerio gobierna sin presentar un plan productivo que defienda el trabajo local y la producción con arraigo. La provincia se maneja como una sociedad anónima mientras las economías regionales se deshacen.

Lo que se pierde no es solo una economía: se pierde una comunidad, una cultura del trabajo y un modo de vida.

Según el INDEC, en el primer semestre de 2025 el 58,3 % de la población de Concordia vive bajo la línea de pobreza, y la UCA indica que el 75 % de niños y niñas está en esa situación. Tres de cada cuatro chicos.

Cada quinta que se abandona vacía escuelas rurales, cierra almacenes y apaga pueblos. Y lo que antes llenaba cajones rumbo al puerto, hoy llena estadísticas de pobreza en Concordia. Así, lo que décadas de desidia fueron enterrando, la política monetaria actual termina de tapar: es la última palada sobre la historia citrícola de Concordia.

(*)Lic. en Comercio Internacional. BBA. Développement et Pilotage commercial

1 comentario

  • Es lo que voto el sector naranjero. Odian al Peronismo, también votaron al Macrismo, que también los cagó, votaron a Deangelis, que jamás hizo nada, por el sector agropecuario. Aprendan a votar sin odio y a gobiernos que mal o bien piensan en el país la gente y la producción. Pero votan la mafia, que afanan mucho más que los Peronchos, y entregan coimeando, los recursos naturales solo, que Clarín y TN, no te lo muestran ni dicen. Y ahora no digan, todos roban, para zafar de sus errores y odio al votar.

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