En diciembre del año pasado, se amplió la zona de prohibición de la circulación de carros de tracción a sangre en la ciudad. Desde ese momento los límites son, al norte: avenida Presidente Illia / Avenida Salto Uruguayo, al sur: Calles Libertad / Dr. Scattini y su continuación por Ituzaingó hasta Castelli; por Castelli hasta Humberto Primo; por Humberto Primo hasta San Martín y por San Martín hasta Diamante, al este: Boulevard Maipú y su continuación por Salta / Gastelacoto hasta el Río Uruguay y al oeste: Calle Diamante. La prohibición también comprende la zona de Costanera sur sobre Avenida de los Pueblos Originarios, de norte a sur, y el área conocida como Zona “Verde”, así como del Puente Alvear y avenida Arturo Frondizi.
La ordenanza establece que el incumplimiento será sancionado con multa de 5 a 50 juristas y/o decomiso definitivo del carro y los animales. En caso de reincidencia, el Juez podrá elevar la pena en base a los antecedentes existentes y la gravedad de la infracción. Además, la pena incluye, llegado el caso, el decomiso.
El autor de la ordenanza fue el concejal Felipe Sastre. En noviembre del año pasado, el edil admitió que la problemática era más compleja que la situación que rodea a los animales. “No se circunscribe al maltrato animal, sino que también involucra una problemática social de las familias que viven en esa situación. Obviamente la idea es avanzar en un esquema que vaya dando cobertura a este problema desde lo social”, remarcaba el edil.
El Jefe del Departamento de Veterinaria del municipio, Julio Gesualdi, sostuvo el martes pasado que, a la par de la ampliación del radio de restricción, uno de los objetivos era realizar un censo de los usuarios TAS. El resultado fue que circulaban en las calles de Concordia 500 carros. “Con los operativos hemos bajado un 70 % los carros circulantes en comparación con el 2023”, indicó. La mayoría de las familias que utilizan carros de tracción a sangre se encuentran en la zona sur, sureste y suroeste. En esos sectores están las plantas de reciclado y muchos microbasurales.
En cuanto a los equinos, dijo que solían encontrar caballos con signos de maltrato, otros cuidados de manera responsable, y otros muy jóvenes, por lo que no están lo suficientemente desarrollados para tirar de un carro: eso conlleva un maltrato implícito. Al menos, dijo que los animales ya no están más con los carros, aunque no descartó que sigan encontrándolos en las calles cuando realizan los operativos de animales sueltos. Gesualdi destacó que hay tres causas que les permite poder retener los equinos: maltrato, tracción a sangre en lugares restringidos y cuando están sueltos en la vía pública.
Además, sostuvo que hay mucha informalidad respecto de los pocos propietarios que pueden acreditar que los animales son propios. La mayoría son tenedores: eso significa que en un accidente con un vehículo no pueden solventar ningún gasto porque no hay seguro que los cubra. De hecho, se trata de personas que se mantienen en medio de una economía de subsistencia, por lo que se da por descontado que no tienen recursos para pagar un seguro.
“Fuimos innovadores a nivel de la provincia porque empezamos con la colocación de chips en todos los caballos de TAS”, remarcó. La información de las familias que utilizan el caballo para trabajar fue digitalizada para ser compartida con otras áreas de la municipalidad como Desarrollo Humano o Desarrollo Productivo. La intención era “incluir las familias en trabajos más formales”. Consultado sobre qué sucedió con las familias, dijo que desconocía qué había sucedido. “La información la hemos pasado a otras áreas del municipio para formalizar tanta precariedad laboral”, expresó.
“He visto que ha descendido muchísimo la cantidad de carros tirados por caballos, aunque todavía se ven algunos. No han desaparecido totalmente”, dijo Horacio Froy, titular de Conciencia Animal, impulsores de la campaña “Basta de TAS” en Concordia. “Eso se tenía que terminar por la dignidad de las familias, por el bienestar de los animales, por la sanidad de la población, por el tránsito que se torna peligroso con los animales que se pueden desbocar”.
Pero remarcó también que se debe pensar en las familias. “Yo no he notado que se haya hecho la reinserción de esas personas, de esas familias, que dejaron los carros. Tal vez en algún momento esas familias fueron a trabajar allá al Campo del Abasto”, indicó además. A su vez, admitió que sería preocupante que las familias que dejaron los carros no tengan ninguna actividad que reemplace “lo poco que ellos recogían” con la recolección de residuos.
Entre los ejemplos a seguir, destacó la Escuela de Oficios que funciona en el Regimiento N° 6. Froy sostuvo que no solo hay que llevarlos a que aprendan un oficio que les permita llevar adelante una vida digna, sino acompañarlos con algún tipo de plan subsidiado mientras transitan la etapa de aprendizaje. “Es acompañarlos económicamente, lo cual no es difícil ni complicado porque se les estuvo dando planes, que hoy siguen, que les ayudan a paliar sus dificultades económicas”, mencionó el titular de Conciencia Animal. “Es mucho más sencillo que entregarles un motocarro”, dejó en claro.
“Toda una vida arriba del carro”
Carlos Fabián tiene 46 años, vive en el barrio Carretera La Cruz y tiene siete hijos. Desde los ocho años que circula en un carro. “Toda una vida arriba del carro”, admitió. El recolector sostuvo que antes podían recorrer el centro y recolectar residuos. “Hay muchos compañeros como yo que se criaron atrás de un caballo, que eligieron como cualquiera; el que quiere ser albañil es albañil y tiene derecho a ser albañil”.
“Antes de que salga la ordenanza, mis clientes estaban en el centro. Tenía Galarza Calzados, toda esa zona, donde les juntaba el cartón”, expresó. Tres veces por día salía y el recorrido duraba dos horas: temprano por la mañana, después del mediodía y a la noche. El carrero dijo que solía recorrer calle Urquiza y los conocía a los abuelos del intendente. “Vivían en calle Uruguay. Yo tenía ese recorrido: calle Urquiza, Uruguay”, indicó.
En cuanto a la ganancia que obtenían con los carros, dijo que es variable. “Hay días que ganás más y días que ganás menos”, remarcó. En su caso, sostuvo que aproximadamente llegaba a los $30.000. “Con eso me alcanzaba para comprarles herraduras, para darle de comer a mis hijos”.
“Se respetaban los derechos constitucionales. Es una discusión que he tenido siempre con el intendente”, dijo. Carlos Fabián se basa en el artículo 14° de la Constitución Nacional. «Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio, a saber: De trabajar y ejercer toda industria lícita… entrar, permanecer, circular y salir del territorio argentino”. “Cuando te sacan un carro y un caballo, te están robando el derecho a la libre circulación”, indicó.
Más adelante, le recriminó a la municipalidad que les cobrase una multa para devolverte el carro y el caballo. Carlos Fabián sostuvo que si le encuentran un caballo marcado y el propietario de esa marca falleció, no tienen derecho a reclamarlo.
A su vez, indicó que no tienen de dónde sacar dinero para pagar las multas. El cargo que deben abonar depende de la cantidad de días que quede el animal bajo la custodia municipal. “Yo por un caballo, que no era mío, era de un compañero, pagué $40.000”, dijo. A su vez, sostuvo que en el predio ecuestre no hay pasto. “Es tierra y arena”. Además, dijo que discutió con Gesualdi porque a los animales los encierran todos juntos y se muerden o patean. “Ellos te lo sacaban por maltrato, pero el maltrato lo tuvieron ahí adentro”, indicó. A su vez, en el Centro Ecuestre les dan alfalfa, pero el carrero remarcó que son animales acostumbrados a comer cáscaras de papa y otras sobras de comidas. “Eso los mantiene gordos. Cuando les dan alfalfa, se te viene abajo totalmente”.
Motocarros y bicicarros
Durante las gestiones de Gustavo Bordet (2008-2015) y las de Enrique Cresto (2015-2023), la ciudad avanzó con políticas públicas orientadas a la erradicación progresiva de la TAS mediante la entrega de motocarros a recolectores informales que cumplían ciertos requisitos. En ambos casos, los beneficiarios debieron entregar sus caballos y carros como condición para recibir la nueva herramienta de trabajo, además de capacitarse, obtener licencia de conducir y cumplir con normas básicas de tránsito.
El programa, impulsado por Bordet, llamado “Recuperadores de Esperanzas”, incluyó una etapa formativa y el otorgamiento inicial de siete motocarros Motomel 150 cc bajo la figura legal de comodato, con posibilidad de donación posterior, en 2015. En tanto, bajo la gestión de Cresto, se profundizó esta política con la entrega de más unidades y una fuerte participación del Concejo Deliberante y organizaciones proteccionistas. Los testimonios de los beneficiarios, durante la entrega de los vehículos, señalaban el impacto emocional y simbólico del cambio, destacando el valor de los animales en sus vidas y la posibilidad de iniciar una etapa más digna y segura en su trabajo diario. Uno de los beneficiarios señaló ese día sin dudar: “llegó el día de recibir el motovehículo que nos va a cambiar la vida”.

Más acá en el tiempo, en 2022, la municipalidad entregó una veintena de bicicarros. Incluso, se sancionó una ordenanza N° 37.670/22, reglamentada por el decreto que establecía el programa socioambiental “Bicicarros Ciudad de Concordia”, orientada a formalizar y mejorar las condiciones laborales de los recolectores informales mediante la entrega de triciclos a pedal. Los beneficiarios debían cumplir normas de tránsito, límites de carga, uso obligatorio de elementos de seguridad y mantener un vínculo activo con el municipio. Las unidades eran intransferibles y su mal uso podía derivar en la revocación del beneficio.
Al ser consultado sobre la entrega de todos los vehículos, Gesualdi dijo que no sabía en qué había quedado todo. “Veo muy pocos circulando por las calles de Concordia. No sé en qué habrán quedado esos programas”.
Además, el veterinario sostuvo que un escollo para volver a entregar los vehículos –suponiendo que hubiese decisión política y fondos para sustentar esa iniciativa– es el alto porcentaje de los usuarios de los carros que son analfabetos. “Primero tienen que aprender a leer y escribir y después sacar el registro” de conducir. “Esas personas ya están fuera del programa”. Aun así, en el caso en que hubiese recolectores que obtuviesen la licencia, indicó que un motocarro, como cualquier otro vehículo, tiene que tener seguro, hay que gastar en su manutención y en combustible. Gesualdi sostuvo que para los usuarios, habituados a los carros, les resulta mucho más costoso tener que utilizar una moto.
Para Froy, los motocarros eran “una parte de la solución”. Desde su punto de vista, 500 carros –años anteriores llegaron a censar hasta 700– no pueden ser reemplazados por igual número de vehículos motorizados. “Podría ser un 10 % como máximo de motocarros circulando”. No obstante, acotó que sobrevive un número ínfimo.. “He visto seis o siete con diferentes personas conduciendo”, explicó. Froy dijo que escuchó de algunos funcionarios que se habían llegado a entregar entre 58 y 60 motocarros en la gestión anterior.
En cambio, Carlos Fabián sostuvo que fueron 41 motocarros marca Guerrero. Y que en algún momento se indicó que iban a entregarles 100 motocarros, de los 500 censados, porque esa era la cantidad que ingresaba al radio céntrico. ”Quedó la ordenanza colgando. No entregaron más nada; no hicieron más nada”.
¿Qué hicieron en otras ciudades?
Corrientes
Desde el inicio del programa municipal en agosto de 2024, ya se rescataron 480 caballos utilizados en tracción a sangre, 175 de ellos en los últimos meses. Los animales fueron trasladados a predios adecuados, mientras que 130 familias que entregaron voluntariamente sus carros recibieron apoyo para reconvertirse laboralmente. Según informó El Litoral el 28 de diciembre del año pasado, gracias a la iniciativa, se abrieron 36 hamburgueserías, 17 gomerías, 12 panaderías y 39 pollerías. También se entregaron herramientas para oficios como pintura, albañilería, carpintería y herrería, además de bicicletas para quienes optaron por actividades urbanas sin animales.
Río Cuarto
En 2022, en la ciudad de Río Cuarto (Córdoba), mediante el programa de Presupuesto Participativo, se entregaron 11 motocargas a familias de recuperadores urbanos, quienes se capacitaron y aprobaron el exámen para obtener la licencia de conducir. La iniciativa fue votada por vecinos y vecinas de diferentes sectores de esa ciudad en la edición 2021. Los equinos entregado como condición de adjudicación de las unidades, formarán parte del programa de adopción municipalidad. Además, cabe destacar, que la adjudicación se realizó a través de una convocatoria abierta y posterior sorteo público ante escribano. La medida adoptada en la ciudad cordobesa contradice las expresiones de Gesualdi respecto de que no se puede entregar motocarros a quienes no tienen licencia ya que las pueden tramitar siempre que haya voluntad politica.
Rosario
La Municipalidad de Rosario reafirmó, en 2017, el cumplimiento de la ordenanza 8726, que puso punto final a la tracción a sangre en la ciudad, con políticas inmediatas de asistencia y acompañamiento a los recolectores informales, dirigidas a garantizar su inclusión social y laboral en nuevas actividades, y asesorando en alternativas de traslado para quienes quieran continuar con las tareas de recolección informal. Por ese motivo, en los operativos de Control Urbano se retirarán los caballos y se entregaban a los carreros tarjetas de colectivo para que se acerquen a la Secretaría de Economía Social y desde allí recibir el acompañamiento de las áreas sociales municipales y provinciales. A la vez, se efectuando visitas domiciliarias para atender caso por caso, priorizando la atención social, en tanto en todas las situaciones se interviene en la cuestión de subsistencia inmediata de la familia. En una segunda etapa, se acompañaba en la reconversión laboral e inclusión social de los carreros con un emprendimiento o actividad en el marco de los programas específicos de la Municipalidad de Rosario y del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia de Santa Fe, según publicó la página Rosario Noticias.
El desafío no es meramente aplicar reglas: es. brindar alternativas reales, dignas, viables. Que los motocarros no una promesa incumplida. Que la transición tenga estructura social, económica, humana. Porque si no, la prohibición sólo será el paisaje de una ciudad más limpia en veredas -al menos en teoría- pero menos justa, menos comprensiva.
3 comentarios
peronista memorioso
De los 41 motocarros entregados, cuantos estan circulando hoy dia en condiciones ??? Personalmente he visto menos de 10 actualmente.Donde estan ?? los rompieron , los «vendieron», etc.
Leticia
¡¡¡Típico de los libertarios: destruir, cerrar, cambiar. Nada de: construir, arreglar, mejorar.!!! ¡¡¡No se olviden a la hora de votar. Piensen bien a quiénes les van a dar su voto!!!
HUGO
Como diría Saadi, pura cháchara. Cuando algo no se quiere hacer aparecen los repetidores de discursos. Gesualdi, no hay que inventar problemas, Tranquilamente un analfabeto puede hacer un exámen adaptado, en lugar de una letra le pones una silueta, solamente tenes que tener ganas de hacer algo. Además si no sabe el veterinario sobre el Programa basta de Tas, quien?
Con la cuestión del seguro, ¿para que está el Estado?
Sastre, esconder la basura abajo de la alfombra es de mediocres, es afrentoso para la gente, no mostrar la pobreza.
Solo hay que tener ganas y poner gente capacitada, intendente.
Hace unos años , yo le entregué un proyecto a la sra Ligia Wurfeld, en calle Uquiza, donde decía los lineamientos básicos, y además yo me ofrecía para asesoramiento y demas. Silencio.