En su red Truth Social, Trump lo elogió como “un líder verdaderamente fantástico y poderoso para el gran pueblo de Argentina, avanzando en todos los niveles a una velocidad récord”. Lo presentó como un amigo y un ganador, aseguró que “ha devuelto la estabilidad a la economía” y cerró con un guiño electoral: “Tiene mi respaldo total y completo para la reelección como presidente. Nunca los defraudará”.
Esta última frase «Nunca los defraudará” remite inevitablemente a Carlos Menem, cuando en los ‘90 repetía en campaña “Síganme, que no los voy a defraudar”. El mismo presidente que después, al aplicar un plan económico opuesto a lo prometido, confesó: “Si decía lo que iba a hacer no me votaban”.
El mensaje de Trump fue entregado en mano, impreso en una carpetita que Milei mostró sonriente en cada foto. Patricia Bullrich acompañó con un entusiasta “ALL IN con Argentina”, mientras que Luis “Toto” Caputo celebró en redes: “No se imaginan lo emocionante que fue la reunión”.
El respaldo político vino acompañado de gestos financieros. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, había anticipado que “todas las opciones están sobre la mesa” para sostener a la Argentina: desde compras de deuda hasta swaps de divisas y financiamiento directo. El solo anuncio hizo bajar el dólar en 140 pesos, repuntar bonos y acciones y reducir el Riesgo País, que venía rozando los 1500 puntos. A la par, Caputo informó que el Banco Mundial acelerará un desembolso de 4.000 millones de dólares.
«Relaciones Carnales»
Más allá de los anuncios, lo que se consolida es la dependencia de Washington. Trump fue claro al remarcar que “Argentina es un aliado estratégico de Estados Unidos en la región” y Milei devolvió elogios sin reservas, presentándose como un socio incondicional.
A menos de un año de gobierno, el relato del “milagro libertario” perdió fuerza. La inflación cedió, pero al costo de una recesión profunda, un peso sobrevaluado y un Banco Central sin capacidad de acumular reservas. Tras la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires y las denuncias de corrupción que salpican a Karina Milei, el blindaje político también se resquebrajó.
El salvataje financiero podrá calmar la corrida en el corto plazo, pero el interrogante de fondo sigue siendo el mismo: cuánto costará a los argentinos este nuevo pacto de endeudamiento y dependencia. Y si la promesa de que “no los va a defraudar” se transformará, como hace tres décadas, en otro fraude democrático.
Fuente: Con información de Infobae/Página 12/ Red social X (cuenta oficial de Donald Trump)