El juez Germán Dri leyó este miércoles la sentencia que impone prisión perpetua a Pedro David Medina por el homicidio de Norma Alegre, la mujer de 65 años brutalmente asesinada en su vivienda del barrio Nebel el 7 de mayo de 2024. El hecho ocurrió cuando el acusado ingresó a la casa con fines de robo y atacó a la víctima con extrema violencia, provocándole la muerte.
Medina fue declarado culpable el pasado 23 de octubre por un jurado popular, y la condena coincidió con lo solicitado por la fiscal Julia Elena Rivoira y el abogado querellante, Carlos Conti, quienes representaron a la familia de la víctima durante el proceso judicial.
Según determinó la investigación encabezada por la fiscal Rivoira, Medina ingresó a la vivienda de Alegre tras escalar un obstáculo físico con la intención de robar. Una vez dentro, atacó a la mujer con extrema violencia, asestándole al menos ocho puñaladas. Posteriormente, intentó incendiar la vivienda para ocultar el crimen, sin advertir que en el interior se encontraba el padre de la víctima, un hombre de 97 años, quien resultó gravemente herido por las llamas y la inhalación de humo.
El ataque ocurrió alrededor de las 7:30 de la mañana del martes 7 de mayo, en la esquina de Misiones y Liniers, donde vivía Norma junto a su padre. Los vecinos alertaron a los bomberos al ver salir humo de la vivienda y escuchar los pedidos de auxilio del anciano. Tras ser rescatado, el hombre fue trasladado al Hospital Delicia Concepción Masvernat, donde permaneció varias semanas internado en la Unidad de Terapia Intensiva.
Durante el juicio, el jurado popular consideró acreditada la figura de homicidio criminis causa, es decir, matar para lograr la impunidad de otro delito, en este caso el robo por escalamiento, lo que agravó la pena impuesta.
En su resolución, el juez Dri destacó la contundencia de las pruebas presentadas, entre ellas los peritajes forenses, testimonios de vecinos y registros que vincularon directamente a Medina con la escena del crimen. “El hecho reviste una gravedad excepcional, no solo por la violencia ejercida contra la víctima, sino también por el desprecio por la vida humana demostrado al intentar borrar las huellas del ataque con fuego”, sostuvo el magistrado.






