Envalentonado tras el triunfo electoral y con un mejor panorama de números en el Congreso, el Gobierno de Javier Milei busca avanzar con un segundo round de reformas laborales regresivas. Para los especialistas, se trata de terminar con lo que intentó hacer ni bien asumió con la Ley Bases, que tenía todo un apartado vinculado al trabajo, que fue luego judicializado y volteado en los Tribunales.
La reforma laboral se basa en las viejas ideas de la derecha tradicional argentina de desregular el mercado laboral, lo que según la tesis libertaria abriría una supuesta etapa de beneficios para todos, pero que termina validando una quita de derechos para los trabajadores activos y una normalización de la flexibilización y los contratos basura.
En concreto, publicó Página 12 de lo que dijeron hasta ahora el ministro de Economía, Luis Caputo, Milei y el portavoz Manuel Adorni se desprende que la reforma incluiría la eliminación de las paritarias y su reemplazo por «negociaciones libres», el fin de la indemnización por despidos, la imposibilidad por ley de realizar juicios laborales, la eliminación de los convenios colectivos de trabajo, y la posibilidad de elegir la moneda en la que cobrar los sueldos, entre otras cosas.
Hace unos días, además, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, blanqueó en el Congreso de la Nación al participar de un plenario de comisiones durante el proyecto de ley de Presupuesto 2026 que la intención es que se negocien aumentos por mérito.
Otro apartado importante tendría que ver cambios para que el empleo registrado se parezca lo más posible a la informalidad en sus formas actuales, haciendo que se considere que un trabajador está correctamente registrado si, en lugar de percibir un recibo de sueldo, todos los meses emite su factura como monotributista.
Carlos Tomada: «El mundo de trabajo va a su fin»
Por la 750, el exministro de Trabajo, Carlos Tomada, advirtió sobre las consecuencias de una reforma laboral regresiva: “Nada bueno podemos esperar de un Gobierno que ya no vale la pena seguir describiendo, que ratifica permanentemente cuál es su norte, que es el ajuste, del ajuste, del ajuste que cae sobre los más débiles”.
“El mundo del trabajo va a su fin. No solamente por las nuevas normas, sino porque no va a haber una recuperación en la economía real. Porque no se lo plantea, porque no es lo que les interesa. Entonces, podrán pedir que se reactive la actividad industrial, pero no va a ocurrir”, afirmó en tono dramático.
Tras lo que dijo: “La informalidad no se resuelve con reformas laborales. Esto ya lo hemos visto. Tenemos experiencias propias que lo demuestran. Pero los sectores dominantes repiten la idea de la reforma laboral”.
“Creer que va a pasar una reforma de jornada de 12 horas y de pago de indemnizaciones en cuotas, ya me da la impresión de que ni siquiera con el resultado electoral del domingo van a poder hacerlo pasar. Yo quiero recordar que un escenario parecido, nada es igual, fue el que hubo después de las elecciones de Macri de medio término, donde creyó que tenía todo el poder”, afirmó.
“Lo que plantea el Gobierno es peligroso”
En declaraciones a Radio 750, Laura Sasprizza, abogada laboralista especialista en derecho laboral y sindical, explicó que “lo que plantea el Gobierno es peligroso” para los derechos laborales vigentes en el país, y que no es otra cosa que intentar, con mayor músculo político, avanzar con lo que no pudo avanzar en el 2023.
Por eso mismo la búsqueda de consensos –mucho más facilitada después de diciembre– será clave: el Gobierno no quiere que se repita lo que pasó con la Ley Bases, cuya sanción se trabó en las sesiones extraordinarias en diciembre de 2023 y enero de 2024 y recién pudo sancionarse, con 42 artículos menos de su capítulo laboral, el 28 de junio de ese año.
“Es un segundo intento de reforma. Porque el primero fue la Ley Bases, que es un recorte que pudo hacer el Gobierno luego de que la CGT le frenara el DNU 70/23, que arrasaba con los derechos laborales y sindicales. Eso es algo que frenó la CGT y luego convalidó la Cámara de Trabajo. Creo que este va a ser completar el trabajo que se intentó en un principio”, afirmó.
Y dijo: “Hay una gran oportunidad de cambiar cosas que deberían cambiarse. Hay que ver qué queda. Porque la CGT es muy discutida a nivel público y cuál es su rol y ahí tenés su rol y función: frenar este tipo de avanzadas. Y lo que plantea el Gobierno es peligroso para los derechos conquistados”.
“Además, ya se probaron varias recetas en Argentina. Y se sabe cuál fue el resultado. A un año de la Ley Bases, ¿dónde está la cantidad de empleo generada habiendo derogado las mal llamadas multas por empleo no registrado? Eso no generó más empleo”, comentó.
La lista de las reformas que pide el FMI
1- Reforma tributaria que mejore la equidad del sistema
2- Desregulación del mercado eléctrico mayorista, que vuelve al esquema de los 90
3- Diagnóstico y propuesta de reforma de pensiones (jubilaciones)
4- Eliminar todos los fondos fiduciarios
5- Racionalizar las entidades extrapresupuestarias ineficientes
6- Un informe sobre las empresas estatales incluidas en la Ley Bases y su plan para privatización y concesión
7- Completar la integración de la base de datos administrativos en un único registro para mejorar la asistencia social
8- Opciones de reforma del complejo sistema de distribución de ingresos de coparticipación
9- Presupuesto de déficit cero con marco fiscal de mediano plazo y riesgo fiscal detallado
10- Modernizar la legislación de responsabilidad fiscal, es decir, menos multas para quienes evadan impuestos
11- Mejorar la eficiencia del sector público
¿Qué pasa con los trabajadores estatales?
Romina Picirillo, secretaria de Comunicación de ATE Capital y parte del Área de estudios del trabajo en la de la Fundación Germán Abdala, explicó por la 750: “Es una reforma que vienen instalando desde hace varios años, porque con el macrismo se instaló un proyecto que va en el mismo sentido”.
“En el empleo estatal vienen desde hace tiempo instalando reformas. En este caso, vienen profundizando la cuestión de las indemnizaciones, del aumento de la jornada, de los juicios laborales, todas cuestiones que vienen a barrer los derechos que quedaban de los trabajadores formales. Pero también hay que decir que gran parte de la población está en la informalidad”, dijo.
Y añadió: “Realizamos una encuesta entre los empleados públicos nacionales y de la Ciudad de Buenos Aires. La iniciativa surgió a partir de un informe que planteaba la cuestión de los trabajadores y hablaba de la hibridez entre poder ser un trabajador formal e informal al mismo tiempo. Ahí surge esta idea de pensar en esta hibridez del trabajador”.
“Recogemos la problemática de que hace tiempo que los salarios son bajos. Lo que se ve es que el 63 por ciento de los trabajadores tiene otro trabajo. El primer punto en la búsqueda de otro trabajo tiene que ver con que el ingreso está congelado y hay una pérdida salarial del 40 por ciento”, afirmó.
Fuente: Página 12






