La normativa se publicó en el Boletín Oficial. Según lo dispuesto, las nuevas alícuotas comenzaron a regir desde este lunes y se mantendrán vigentes hasta el 30 de junio. Entre los cambios, se destaca la reducción en las retenciones para la soja (grano), que baja del 33% al 26%, y sus derivados, que pasan del 31% al 24,5%. También se aplican recortes para el trigo, la cebada, el maíz y el sorgo, cuyos derechos disminuyen del 12% al 9,5%, así como para el girasol, que se reduce del 7% al 5,5%.
La letra chica de la baja de retenciones: la condición que puso el Gobierno al agro
El decreto también establece que los exportadores deberán liquidar al menos el 95% de las divisas generadas por estas mercaderías dentro de un plazo máximo de quince días hábiles a partir de la Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE) correspondiente, de acuerdo con las previsiones de la Ley N.º 21.453 y sus modificaciones.
Con esta medida, el Gobierno busca responder a los reclamos sostenidos del sector agropecuario, que venía exigiendo alivio fiscal a través de sus dirigentes y de los gobernadores de tres de las principales provincias agrícolas. Asimismo, el Ejecutivo pretende incentivar la liquidación de divisas en un contexto de necesidad de dólares para fortalecer las reservas y sostener su política cambiaria.
“Queremos enviar un mensaje claro al campo, un sector fundamental para el país, y demostrar que estamos atentos a sus necesidades. Estas acciones confirman los compromisos asumidos por el presidente”, afirmó Caputo.
Por su parte, representantes del sector agropecuario recalcaron que esta medida no debería ser transitoria. “Este impuesto ha sido un obstáculo histórico para el crecimiento del sector productivo. No es viable exigir el pago de impuestos cuando los productores ni siquiera logran cubrir sus costos de producción», señalaron los presidentes de CRA, Coninagro, Federación Agraria y Sociedad Rural.
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