“El turismo de pesca deportiva es probablemente el único producto turístico que tiene Concordia con verdadera capacidad de convocatoria internacional. Pero la depredación del río y la ausencia total de controles nos están dejando sin recursos. La situación es crítica”, advirtió Alejandro Bahler, ex secretario de Turismo de Concordia y de Entre Ríos quien gestionó la reunión de los guías de pesca con el ministro de Gobierno y Trabajo, Manuel Troncoso, y el secretario general de la Gobernación, Mauricio Colello, en Paraná.
“La verdad que esto surgió porque los guías me llamaron desesperados”, contó Alejandro Bahler en diálogo con DIARIOJUNIO. “No sabían a quién acudir. Me pidieron si podía darles una mano, hacerles un contacto, porque están solos, no tienen respuesta de nadie. Ni del área de turismo de la ciudad, ni del gobierno provincial. Entonces los ayudé a gestionar la reunión”.
“El reclamo principal es el control de la pesca furtiva, los está matando”, resumió Bahler con crudeza. “Estos tipos van de noche, tiran redes desde las ocho de la noche hasta las seis de la mañana. Sacan 500 kilos por jornada. No te exagero. Esa pesca sin control no distingue tamaños ni especies. Sacan desde doraditos de medio kilo hasta dorados de más de diez kilos. Es una sangría, y el río no se regenera. Esto no es estar en contra de la pesca, al contrario. Pero una cosa es pescar para comer o para el turista, y otra muy distinta es depredar.Así no hay ecosistema que aguante. No hay control. Prefectura no actúa y la provincia tampoco pone un destacamento de Flora y Fauna. Y el río se vacía. Y después se preguntan por qué no viene más gente a pescar”, agregó.
El ex también ex diputado apuntó a la connivencia con el mercado gastronómico local: “Hay toda una cadena armada entre los pescadores furtivos y algunos restaurantes. Hay lugares con verdaderos quirófanos donde faenan el pescado. Todos saben, pero nadie dice nada.»
Según relató, durante la reunión en Paraná los funcionarios provinciales escucharon el planteo, pero estaban desinformados de la situación: “Les llevaron los diez puntos por escrito, se los explicaron uno por uno. Los guías les dijeron que no venían a pedir subsidios ni favores, sino que se hagan cargo de lo que les corresponde”.
Entre los puntos destacados, se exigió:
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Controles permanentes en La Tortuga Alegre, donde la pesca indiscriminada viene reduciendo de forma alarmante los recursos ictícolas. La Asociación pidió la intervención activa de Recursos Naturales de la provincia y de la Prefectura Salto Grande.
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Recuperación del paraje como sitio turístico estratégico, hoy totalmente abandonado. Se propuso designar a un responsable con perfil turístico y capacidad de gestión para atender las demandas cotidianas del sector y de los visitantes.
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Ampliación de la zona de pesca aguas abajo de la represa, acortando el límite de exclusión de 1.000 a 500 metros, y habilitación de la pesca nocturna hasta las 24:00 hs entre septiembre y diciembre, para mejorar las condiciones laborales y ampliar la oferta turística.
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Cesión del predio ex Luz y Fuerza para establecer un espacio cultural, social y educativo destinado a turistas, vecinos y escuelas. Allí se proyectan actividades de concientización ambiental articuladas con organismos como la CARU.
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Entrega de una motoniveladora en condiciones operativas, asignada exclusivamente al mantenimiento del predio y sus accesos, clave para garantizar la llegada segura de turistas y embarcaciones.
Pero quizás el punto más contundente del planteo fue la evidencia del impacto económico que genera el turismo de pesca en la ciudad. Según la Asociación, durante la temporada alta Concordia recibe un promedio de 800 turistas semanales vinculados exclusivamente a la pesca, con un gasto promedio diario de $150.000 por persona, lo que representa un movimiento superior a los $120 millones por semana. En el caso de los visitantes internacionales, mayoritariamente brasileños y estadounidenses, el gasto diario trepa a los $300.000 por persona.
“La pesca no es una actividad de fin de semana: es un motor económico real que mantiene a más de 150 familias y genera un derrame que llega a todos los sectores”, subrayó Bahler. También destacó que, en un contexto de crisis profunda del turismo nacional con cierres de hoteles y restaurantes, la pesca deportiva resiste y aún tiene margen de crecimiento, especialmente con la próxima inauguración del aeropuerto local, que podría multiplicar la llegada de turistas internacionales.
Tras el encuentro en Paraná, Bahler señaló que los funcionarios provinciales mostraron “muy buena predisposición y un compromiso concreto para comenzar a trabajar sobre la problemática”, aunque los guías esperan que las respuestas no se queden en buenas intenciones y se traduzcan en políticas públicas efectivas para preservar el recurso natural y fortalecer la actividad para el desarrollo local.
Otro de los temas abordados fue la falta de infraestructura en La Tortuga Alegre: “El acceso está destruido, el predio está abandonado, y no hay nadie que dé la cara. Les pedimos que pongan una persona con conocimiento turístico y capacidad de gestión. Hoy el paraje está en manos de los que explotan ilegalmente el recurso”.
Finalmente, Bahler reconoció que el problema excede a Concordia: “Esto es del río Uruguay entero, no solo de La Tortuga. También hay pesca furtiva del lado uruguayo. Por eso se planteó la necesidad de articular con la Nación y, si hace falta, hablar con la ministra Patricia Bullrich para que se inicie un diálogo serio con las autoridades de Uruguay y baje directivas claras a Prefectura».