“La elección provincial se realizará el 7 de septiembre para garantizar un proceso ordenado, transparente y sin superposición de sistemas”, explicó Kicillof durante su anuncio. Según argumentó, el motivo principal del desdoblamiento es la implementación obligatoria de la Boleta Única de Papel (BUP) a nivel nacional, establecida por la ley aprobada durante el actual gobierno de Javier Milei. Este sistema conviviría, en caso de elecciones simultáneas, con el tradicional mecanismo de boletas partidarias vigente en la provincia.

“Votar el mismo día combinando dos modalidades distintas sería un caos”, señaló el gobernador.

La decisión generó una inmediata reacción dentro del propio espacio político. La semana pasada, Cristina Fernández de Kirchner, junto con un grupo de legisladores y dirigentes peronistas, publicó una carta titulada “Una sola Nación, una sola Provincia, una sola elección”. En el documento, los firmantes sostienen que realizar los comicios por separado profundizaría los efectos negativos del nuevo sistema electoral nacional y contribuiría al «descalabro» institucional generado por la administración libertaria.

El anuncio de Kicillof introduce un nuevo elemento de tensión en la interna del peronismo, al tiempo que configura un escenario provincial con autonomía respecto de la disputa nacional. La provincia de Buenos Aires representa el principal distrito electoral del país y, con este esquema, el gobernador buscaría despegar su eventual reelección de la suerte del oficialismo nacional en un contexto de alta fragmentación política.

La propuesta de suspender las PASO también será motivo de debate en la Legislatura bonaerense, donde el oficialismo necesitará construir mayorías para avanzar con el proyecto.

El gobernador Kicillof firmó un decreto para celebrar las elecciones provinciales el día 7 de septiembre pic.twitter.com/0IpCwVEiBk

— Diario Junio – 20 años (@diariojuniot) April 7, 2025