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Director: Claudio Gastaldi
Concordia
viernes 4 de octubre de 2024
lunes 9 de septiembre de 2024
lunes 9 de septiembre de 2024

El método Morena

El próximo 1ero de octubre, Claudia Sheinbaum asumirá como primera presidenta de la historia de los Estados Unidos Mexicanos tras seis años de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en el Palacio Nacional. El oficialista Morena no solo arrasó en las presidenciales, sacándole treinta puntos de diferencia al frente PRI-PAN-PRD -el bloque de partidos tradicionales que, hasta la emergencia de AMLO, dominaban la política mexicana- sino que además gobierna 24 entidades estatales, se acerca a los dos tercios en el Congreso y prepara ambiciosas reformas, como la judicial.
Presidente : Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Claudia Sheinbaum Presidenta electa

Este último punto motivó la preocupación pública del embajador de EEUU, Ken Salazar: AMLO le contestó y anunció una pausa en la relación con el país del norte, con el que México comparte una complicada frontera. “Pausar significa que vamos a darnos nuestro tiempo. ¿Cómo le vamos a permitir al embajador que opine que está mal lo que estamos haciendo? No vamos a decirle que abandone el país, eso no. Pero sí le tenemos que leer la Constitución”, afirmó en sus habituales conferencias de prensa matinales.

El pasado 1ero de septiembre, ante un Zócalo colmado, el tabasqueño llevó adelante su sexto y último informe a la Nación. “A pesar de la pandemia y de la crisis mundial desatada por la guerra entre Rusia y Ucrania, nos volvimos a levantar. Y desde el 2021 a la fecha hemos crecido 3,4% promedio anual”, mencionó. Además, destacó el aumento del salario mínimo (121% durante el sexenio) y las pensiones y la salida de 5 millones de personas de la pobreza. “Los oligarcas quieren poder sin pueblo. Al carajo con eso. Hemos sostenido y comprobado que funciona el principio de que por el bien de todos, primero los pobres”, se entusiasmó AMLO y los asistentes lo aplaudieron a rabiar. Luego sometió a votación popular su idea de que sea el pueblo el que elija a los jueces y a los magistrados. “Esto ayuda a entender cuál es el sentimiento del pueblo. También para que lo internalicen nuestros vecinos de Estados Unidos. No olviden que la democracia en EEUU comenzó eligiendo a los jueces”, sintetizó, en un nuevo tiro por elevación al embajador Ken Salazar y la administración demócrata de la Casa Blanca.

En el discurso AMLO habló sobre la Cuarta Transformación, su obsesión. Morena se constituye como búsqueda de continuidad de tres momentos previos de México: la independencia (Hidalgo y Morelos), la reforma del Estado (Benito Juárez), y la revolución (Madero y Zapata). Hay un acervo histórico siempre presente en el todavía presidente, que encontró tiempo para escribir y publicar tres libros durante su gestión: Hacia una economía moral (2019), A la mitad del camino (2021) y ¡Gracias! (2024). En ellos plasma su cosmovisión: justicia social, recuperación del rol del Estado en la economía, fin de los privilegios para la clase política y la creación de condiciones para que la población pueda vivir feliz -anhelo que en nuestro continente tuvieron desde Simón Bolívar hasta Eva Perón-.

La elección de Sheinbaum como candidata-sucesora fue producto de una consulta interna con método de encuesta. Allí derrotó categóricamente al ex-canciller Marcelo Ebrard, que primero pataleó, amenazó con irse e incluso coqueteó con inscribirse como precandidato por Movimiento Ciudadano. Tiempo después Ebrard aceptó el veredicto de la militancia, sumándose primero a la campaña de la doctora y luego al futuro gabinete: será secretario de Economía. Durante todo ese proceso interno áspero, AMLO se paró por arriba, apoyando enfáticamente a Sheinbaum pero tendiendo puentes con Ebrard, a quien calificó como su amigo y una buena persona. “No hay fractura ni habrá”, vaticinó (y por ahora acertó). Ebrard estará a cargo de un tema importantísimo: la renovación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, pactado para 2026. Al haber estado al frente de la cancillería mexicana durante buena parte de las gestiones de Trump y Biden sabe cómo lidiar tanto con republicanos como con demócratas.

El faro mexicano

Cristina Fernández de Kirchner fue reconocida como huésped distinguida de la Ciudad de México a principios de agosto de 2024. Durante esa gira compartió también con la presidenta electa, Claudia Sheinbaum. “Es una militante política preparada, sensible y valiente”, la definió CFK en sus redes sociales tras el encuentro de dos horas. Luego, en reunión en el Instituto Patria, elogió la definición interna de Morena ante una veintena de dirigentes, entre los que se encontraban el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el senador Eduardo Wado de Pedro, entre otros. De acuerdo a la reconstrucción que realizó Gabriel Sued para Cenital, CFK destacó en ese encuentro con los suyos que Sheinbaum ganó “sintiéndose parte de un proyecto y no desde una individualidad”.

Morena comparte con el peronismo una idea fundacional: la de constituirse como partido-movimiento. La relación va más allá: tanto el Instituto Patria como la Escuela Justicialista Néstor Kirchner acompañarán al Instituto Nacional de Formación Política (INFP), el think tank de Morena, en la realización de un curso al que llaman de formación internacionalista y en el cual también participarán el Movimiento Sin Tierra de Brasil y la organización petrista Colombia Humana, entre otros. El curso, en formato híbrido virtual-presencial, se dará durante los meses de octubre y noviembre próximo con el objetivo de “crear un espacio de debate y reflexión sobre temas de interés para las militancias y simpatizantes de movimientos progresistas en América Latina y el Caribe”, tal como se describe en la convocatoria.

La reivindicación de Morena en general, y de AMLO en particular, emergen de un empantanamiento de los progresismos continentales, cuyos proyectos y horizontes en esta segunda etapa parecen más difusos, diluidos, menos pretenciosos que en la primera oleada (2003–2015). En Chile, Boric no logró avanzar en la agenda constituyente -tampoco la derecha- y busca afianzar su agenda diaria en seguridad y economía, las dos principales preocupaciones de la población de acuerdo a los sondeos de opinión. En Colombia, Petro tiene severas dificultades en el parlamento para poder pasar sus reformas, tras lo cual amenazó -hasta el momento solo palabras- con ir a una Nueva Constitución. Lula pudo mostrar una mejora en la economía, con una caída del desempleo y la reactivación de programas sociales que marcaron sus primeras dos presidencias, pero tuvo que convivir hasta este momento con un presidente de Banco Central heredado de la administración Bolsonaro que torpedeó la política industrialista del nuevo gobierno con altas tasas de interés en los bancos. Además, el petista enfrenta una oposición de extrema derecha radicalizada, que incluso encuentra nuevos elementos post-bolsonaristas, como el coach Pablo Marçal, que busca gobernar San Pablo para desde ahí intentar llegar al Planalto.

Carlos Tomada, histórico ministro de Trabajo durante las administraciones Kirchner, le resume a #MundoPropio su visión, tras haber sido embajador de Argentina en México entre 2020 y 2023. “Hay una capacidad política de empezar una transformación en democracia plena y darle continuidad con cambio”. Para Tomada “muchos países de Sudamérica, «descubren» México y viceversa: AMLO inaugura lo que él llama la recuperación de una mirada austral. Al mismo tiempo genera un liderazgo que ha logrado superar la dura batalla que le presentó la derecha económica, política y mediática, y mantener una adhesión casi inalterable del 60%”. Es decir: en la segunda oleada progresista regional, AMLO consigue hitos de la primera, logrando por eso mismo un interés continental. Le pregunto sobre el tópico de la comunicación, tan señalado como déficit en las experiencias progresistas actuales.

CT: Las Mañaneras le permitieron mantener el control de la agenda, con aplausos y críticas. Por otra parte, se comunicó fácil y sencillo con su pueblo recorriendo México todos los fines de semana.

JMK: ¿Creés que esa comunicación directa es una de las virtudes del sexenio? ¿Las Mañaneras fueron populares no solo para la política y sus círculos, sino también para los ciudadanos de a pie?

CT: Absolutamente. Todo el día, de casi todos los días, se debatía alrededor de lo dicho en Las Mañaneras, donde hablaba en lenguaje sumamente coloquial, dirigido esencialmente a ese 60%.

Tomada me cuenta de sus viajes a Monterrey, ciudad a la que llama la capital del dinero, y resalta una condición particular del segmento más acaudalado de la sociedad: “México tiene una burguesía nacional que es mexicana. Tienen aviones, departamentos, fines de semana en Estados Unidos. Pero a la hora de invertir, primero lo hacen en México. Primero México”, remarca. Hace referencia a que, más allá de la animadversión de algunos grandes empresarios contra AMLO, hay un espíritu nacionalista.

“Con un discurso económico profundamente antineoliberal, López Obrador inició cambios en el sector energético recuperando el rol del Estado y lanzó emblemáticas obras públicas”, dice y se enfoca en el ámbito del trabajo, una de sus especialidades. “En el terreno laboral siguió una línea similar con una reforma que apuntaba a fortalecer los sindicatos y la negociación colectiva. Además, recuperó la política de salario mínimo y reglamentó el outsourcing, que era un mecanismo perverso de precarización de millones de trabajadores”.

El dilema de las sucesiones en América Latina

El movimiento Alianza País de Ecuador comenzó a desmoronarse cuando Rafael Correa le entregó la banda presidencial a Lenin Moreno, tras lo que el expresidente hoy asilado en Bélgica fundó el Movimiento Revolución Ciudadana, que fue derrotado en la segunda vuelta en dos elecciones consecutivas (Lasso le ganó a Arauz y Noboa a González). En Bolivia, la pirotécnica disputa por la sigla MAS entre Evo Morales y Luis Arce Catacora amenaza con allanarle el camino a la derecha de ese país, que anhela volver al Palacio Quemado de la mano del alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa. En Brasil, Lula reconoció que si fuera necesario volvería a postularse en 2026 para evitar que “los trogloditas” bolsonaristas vuelvan al poder. Eso resuelve las disputas internas dentro del PT y patea para adelante la sucesión partidaria, pero a la vez abre un interrogante: después de Lula, ¿quién?.

La arquitectura institucional mexicana hace que Sheinbaum pase a controlar ahora el partido-movimiento y el gobierno nacional, en simultáneo, como lo hiciera AMLO durante su sexenio. ¿Cumplirá el fundador de Morena un rol activo durante el próximo gobierno o, como ya anticipó, se retirará a La Chingada a escribir libros sobre la historia de México? Por lo pronto confía: en su discurso final caracterizó a Sheinbaum como una mujer excepcional, experimentada, honesta y con un profundo compromiso con los principios de la Cuarta Transformación.

 

FUENTE: CENITAL