No hay restitución del deseo de vivir, ni sustitución allí del objeto perdido, como sucede en el duelo normal, sino identificación con él. Los duelos se acompañan, pero no se tratan. Las depresiones sí necesitan un tratamiento psicológico.
Los duelos, las pérdidas, las ausencias suelen ser fuentes de inspiración de los poetas, quienes las subliman en versos, novelas o relatos, en obra creativa que las nombra y les da sentido, transformando lo siniestro en maravilloso, según la definición de Pichón Rivière.
En tanto tal proceso, escribir los duelos constituye un recurso terapéutico muy valioso, y es en sí el fundamento de los talleres creativos que proponemos desde “Lazos en Red”. Escribir las ausencias, ponerles palabras en una producción estética, es una extraordinaria vía de tramitación del sufrimiento, porque si no, el dolor “gime en el corazón hasta que lo rompe” (1). Y es por eso que hay que alentar en los jóvenes la expresión literaria, sobre todo en esta etapa de cambios y crisis, en la que naturalmente se presenta como una necesidad.
Aunque toda escritura se estructure en la nostalgia, algunas tienen como contenido directo la pesadumbre y las faltas, como esta maravillosa poesía de Cortázar:
El Futuro
Y sé muy bien que no estarás.
No estarás en la calle, en el murmullo que brota de noche
De los postes de alumbrado, ni en el gesto de elegir el menú, ni en la sonrisa
Que alivia los completos de los subtes, ni en los libros prestados, ni en el hasta mañana.
No estarás en mis sueños, en el destino original de mis palabras,
Ni en una cifra telefónica estarás, o en el color de un par de guantes o una blusa.
Me enojaré, amor mío, sin que sea por ti, y compraré bombones, pero no para ti,
Me pararé en la esquina a la que no vendrás, y diré las palabras que se dicen
Y comeré las cosas que se comen, y soñaré los sueños que se sueñan.
Y sé muy bien que no estarás, ni aquí dentro, la cárcel donde aún te retengo,
Ni allí fuera, este río de calles y de puentes.
No estarás para nada, no serás ni recuerdo, y cuando piense en ti pensaré un pensamiento
Que oscuramente trata de acordarse de ti. (2)
En el duelo no solo hay una pérdida del Otro, sino de lo que uno mismo era para el otro, de su mirada, de su interés, y es tal vez el aspecto más insoportable del duelo: procesar lo que de nosotros mismos se pierde con esa ausencia. Es en ese sentido que Lacan dice que “sólo estamos de duelo por alguien de quien podemos decir ‘yo era su falta’, otro cuya mirada nos constituía y es así que el desgarro es lo que en el sujeto muere con esa ausencia”.
Escribir en estos tiempos de duelos y angustias es un ejercicio liberador y catártico, y compartir esos escritos, propios o de otros autores, en un espacio de encuentros de lectura para encontrarnos y decir las palabras que nombren los quebrantos e infortunios, como lo hacemos en “Leer por Leer”. Aún más, por eso los esperamos a todos este jueves 31.
(1) Shakespeare, Macbeth
(2) Gracias, Viky, por hacerme conocer este hermoso poema de Julio Cortázar.