En un comunicado emitido poco después de la votación, el Frente Sindical expresó su malestar, afirmando: «La voluntad popular ha sido defraudada y la democracia ha cedido al manejo antirrepublicano de gobernar por decreto del Gobierno Nacional». El texto critica duramente la alianza política que apoyó el veto, calificándola de indiferente ante el sufrimiento de las mayorías y el reclamo de todos los sectores por preservar la universidad pública y la educación como un derecho fundamental.
La ley vetada, que contemplaba ajustes salariales retroactivos a enero para el personal universitario, fue defendida por los gremios docentes como una medida justa frente a la inflación. “Este Frente Sindical manifiesta nuevamente la voluntad de luchar para defender la universidad pública, la salud y la educación pública, las jubilaciones dignas, por niñeces protegidas y por un país igualitario”, afirmaron los sindicatos en el comunicado.
Tensión en el Congreso
El veto de Milei, sostenido por 84 votos, fue una decisión polémica que generó fuertes tensiones tanto dentro como fuera del Congreso. La oposición logró reunir 164 votos para insistir con el proyecto original, pero no alcanzó los dos tercios necesarios para rechazar el veto presidencial. Las ausencias y abstenciones jugaron un rol decisivo en el resultado.
La intervención de Mauricio Macri fue clave para ordenar las filas del PRO, un bloque que estaba dividido ante la crisis con los gremios docentes. Si bien algunos legisladores argumentaban que el costo del proyecto (equivalente al 0,14% del PBI) no amenazaba seriamente el equilibrio fiscal, la mayoría del bloque, liderado por Cristian Ritondo, votó a favor de sostener el veto, con excepciones como los diputados larretistas Álvaro González y Héctor Baldassi, quienes se unieron a la oposición.
Advertencia desde el ámbito académico
Durante la sesión, el rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Ricardo Gelpi, envió una carta al Congreso pidiendo a los legisladores que insistan en la aprobación de la ley vetada. En su misiva, Gelpi subrayó la necesidad de una inversión sostenida para garantizar los estándares de calidad en la educación superior y advirtió que el sistema universitario podría llegar a un punto de quiebre si la situación no mejora.
“El sistema universitario público de nuestro país es único en el mundo, combina masividad, excelencia académica e ingreso irrestricto. […] Sostener estándares de calidad en el sistema público de investigación científica y educación superior requiere de inversión sostenida y el compromiso de todos los gobiernos”, declaró Gelpi, manifestando su preocupación ante las consecuencias de mantener el veto.
