Palma sostuvo que los arrebatos suceden de día, de tarde o de noche. «A cualquier hora», expresó. Y las víctimas pueden ser hombres o mujeres de cualquier edad, pero en especial, chicos en edad escolar. «Son blanco fácil porque son más indefensos. O mujeres que andan solas en la calle o personas mayores», indicó. Muchas veces andan en moto y suelen tomar avenida Salto Uruguayo, ya que es una arteria amplia que se extiende lejos, una vez que cometen una fechoría. Pero también hay quienes andan a pie y salen corriendo. «Saben que nadie los alcanza».

En otras ocasiones, se trata de jóvenes que andan caminando, golpeando las manos. «Si atendés, te preguntan cualquier cosa. Es para ver si hay gente en la casa. Si golpean y no sale nadie, saben que no hay nadie en la casa». En otros casos, se hacen pasar por vendedores de bolsitas. «Pero andan con dos bolsitas en la mano», dijo. «Hay algunos que venden en serio, no son todos», añadió.

Uno de los pedidos que les van a hacer a la Policía es que haya patrulleros que circulen con mayor asiduidad. «Eso intimida un poco, da más seguridad». Pero la zona del barrio Hípico pertenece a la Comisaría 3°, que tiene un sinnúmero de barrios bajo su jurisdicción.

En tanto, al municipio les pedirán que se instalen cámaras de seguridad en las calles. Los vecinos cuentan con cámaras en sus domicilios, pero son internas. «Con una cámara que apunte a la calle directamente podés identificar, o ellos, al ver las cámaras, se van a ir a otro lado», remarcó. No obstante, no está confirmada hasta ahora la presencia de Azcué o de algunos de los concejales.